En un importante anuncio en el parlamento indio, el Ministro del Interior reveló a Amit Shah que tres presuntos militantes que fueron asesinados en un reciente tiroteo en Cachemira, según los informes relacionados con una masacre que tuvo lugar en abril, lo que resultó en una grave colisión militar entre India y Pakistán. La operación que condujo a la muerte de estas personas tuvo lugar en las afueras de Srinagar, la ciudad más importante de la región, y se realizó por un esfuerzo coordinado que involucró a las tropas militares y paramilitares y la policía.
Shah identificó a los militantes fallecidos como ciudadanos paquistaníes y mencionó una prueba forense que supuestamente los conectó con el trágico incidente de tiroteo que cobró la vida de 26 personas, principalmente turistas hindúes, a principios de este año. Dijo que los testigos que habían brindado ayuda previamente a los militantes confirmaron su identidad. Además, un análisis forense correspondió a los cartuchos que se recuperaron del reciente Gunblle con los utilizados en el ataque en abril.
La masacre en abril no solo causó tristeza e indignación en toda la India, sino que también aumentó las tensiones entre los dos países armados nucleares. Después del incidente, India lanzó ataques militares vengables contra Pakistán, lo que condujo a días de feroces ferias que aumentaron el miedo a una posible guerra. El conflicto resultó en numerosas víctimas en ambos lados hasta que se llegó a un alto el acuerdo, el acuerdo se llegó al 10 de mayo, facilitado por los esfuerzos diplomáticos estadounidenses. Esta reunión fue marcada como una de las brotes más serias en décadas.
Históricamente, el valle de Cachemira es un centro para el orientación y la militancia contra la India, en particular desde 1989, con militantes que abogan por la unificación con Pakistán o la independencia de la dominación india. Mientras que India acusa a Pakistán de apoyar el terrorismo en la región, Pakistán refuta estas afirmaciones. Un número considerable de cachemires musulmanes locales expresa simpatía por las ambiciones de los rebeldes.
A lo largo de los años, el conflicto en curso ha exigido que decenas de miles de vidas, incluidos ciudadanos, militantes y fuerzas armadas, que contribuyan a una lucha compleja y arraigada sobre el territorio en disputa de Cachemira, que afirman plenamente tanto India como Pakistán.