Se inauguró un nuevo monumento en honor al personal militar lesbiano, gay, bisexual y transgénero, lo que marca un momento histórico para la comunidad. La escultura, titulada «Una carta abierta», fue presentada por el rey Carlos III en el National Memorial Arboretum de Staffordshire. Este monumento rinde homenaje a las luchas que enfrentan los veteranos LGBT+ afectados por la prohibición de las parejas del mismo sexo en las fuerzas armadas que duró hasta el año 2000.
Ruth Birch, residente de Truro, Cornwall, compartió sus experiencias personales de su tiempo en el ejército y afirmó que tenía que mantener en secreto su relación con su actual esposa, Julia Currey. Ambos veteranos militares se conocieron durante su servicio en Irlanda del Norte, donde su amor tuvo que ser ocultado debido a las opiniones predominantes en la época. “Fue mentalmente agotador”, recordó Birch, explicando la dualidad de vivir como dos individuos separados mientras mantienen su relación en secreto.
Durante la era opresiva, el personal identificado como homosexual enfrentó graves repercusiones, incluidos exámenes invasivos, despidos y, en algunos casos, encarcelamiento. La señora Birch habló de los tiempos difíciles en los que su pareja estuvo destinada en Chipre durante seis meses. La pareja se comunicaba en clave en sus cartas, conscientes de que su correspondencia estaba siendo vigilada. Se enviaban cartas diarias, conocidas como ‘blueys’, que reforzaban aún más el significado del nombre del monumento.
La relación dio un giro cuando se conoció su conexión, lo que resultó en presión para que renunciaran o enfrentaran un despido deshonroso. Finalmente se separaron y abandonaron el ejército, viviendo vidas separadas durante años.
La reciente inauguración del monumento provocó una gran emoción en la pareja. La Sra. Currey enfatizó que el día fue agridulce, pero lleno de gratitud al Rey por reconocer el sufrimiento que ella y otros miembros de la comunidad LGBT+ han soportado. “Hemos servido a nuestra Reina y a nuestro país con honor y dignidad”, afirmó enfáticamente, marcando una declaración de orgullo por su identidad como veteranos.
La pareja se reunió más tarde después de años separados, cuando Currey descubrió a Birch a través de las redes sociales después de verla en un programa de televisión. Para Birch, el nuevo monumento simboliza más que una lucha individual; es un testimonio de la historia compartida de los veteranos LGBT+ y garantiza que sus historias y sacrificios sean recordados. “Es una parte importante de la historia… ser tratados con tanta crueldad”, señaló, destacando su resiliencia y dignidad.
Mientras el monumento honra su lucha, refuerza la historia de valentía dentro de la comunidad militar LGBT+, asegurando que las injusticias del pasado no se olviden ni se repitan.



