Un hombre de 29 años, Alejandro Orellana, ha sido conocido después de haber sido demandado por presunta participación en acciones relacionadas con trastornos civiles durante las recientes protestas en Los Ángeles. Orellana está acusada de conspiración para ayudar y donar trastornos civiles, después de un incidente que atrajo medios considerables cuando fue visto en televisión en vivo que suministraba una carga de camiones de escudos faciales y otros suministros a los manifestantes.
Según los fiscales federales, Orellana fue arrestada por el FBI el 12 de junio después de que, según los informes, coordinó con otros para llenar su camión Ford F-150 con escudos biónicos de la marca Uvex, máscaras, botellas de agua y artículos adicionales el 9 de junio. Esto sucedió durante un aumento de las protestas contra el coice que se intensificaron en la ciudad. Orellana luego condujo a una reunión de manifestantes y difundió los artículos que había recolectado, lo que, según las afirmaciones del Ministerio de Justicia, contribuyó al persistente trastorno civil.
El abogado estadounidense Bill ensayli enfatizó la dedicación del gobierno para detectar y procesar a las personas relacionadas con la organización y facilitar estos disturbios. «Estas manifestaciones parecen estar coordinadas, bien organizadas y apoyadas financieramente; nuestro objetivo es descubrir las identidades y actividades de quienes están detrás de ellos», dijo, la importancia del arresto de Orellana subraya como parte de una iniciativa de aplicación de la ley más amplia.
En apoyo de Orellana, un grupo conocido como Centro CSO se ha movilizado, organizando esfuerzos de recaudación de fondos para su defensa legal y planificación de una protesta para exigir el despido de los cargos que se enfrenta. Sus mensajes enfatizan la condena de que su participación en la protesta contra las operaciones de ICE no justifica el enjuiciamiento penal. Afirman: «¡Orellana se enfrenta durante 5 años por protestar contra los ataques de hielo. ¡Protestar no es un crimen! ¡Alejandro no ha hecho nada malo!»
Mientras tanto, la atmósfera en Los Ángeles sigue tensa, con más de 40 personas que están siendo acusadas en relación con diversas acciones violentas durante estas protestas contra las actividades estadounidenses de inmigración y aplicación de la aduana. Las interrupciones ocurrieron en medio de un mayor control de la política de inmigración del gobierno de Trump y su impacto en la comunidad de inmigrantes locales, lo que intensifica el debate a largo plazo sobre la aplicación de la inmigración en la región.