El miércoles se infló un importante revuelo internacional cuando la Marina Israelí interceptó una flota diseñada para ofrecer ayuda humanitaria a la región regional de Gaza. La flota, conocida como la Flotilla Global Sumud, salió de España el mes pasado con alrededor de 45 barcos e incluyó figuras prominentes como la activista climática sueca Greta Thunberg, cuya presencia ha atraído una considerable atención de los medios.
Según el Ministerio de Asuntos Exteriores de Israel, los barcos fueron interceptados a unos 70 Naems de la costa de Gaza. Tres barcos específicos, a saber, los Sirius, Alma y Adara, fueron tocados por las fuerzas israelíes alrededor de las 8:30 p.m. Tiempo de Gaza (1730 GMT). El ministerio lanzó un video con Thunberg en la cubierta de uno de los barcos y recibió una botella de agua y impermeables de los funcionarios públicos. Los funcionarios israelíes aseguraron que Thunberg y su colega viajeros estaban «seguros y saludables».
Los organizadores de la flota describieron la intercepción como «ilegal» y un «acto flagrante de desesperación» destinado a cuidar a Gaza permanece aislado y robado de suministros vitales. Informaron que el contacto con otros barcos en la flota se perdió poco después de que se produjeron las intercepciones, causando preocupación por su estado.
El episodio tiene implicaciones profundas, de modo que las nuevas tensiones diplomáticas se establecen en toda Europa y más allá. Los activistas a bordo no solo incluyen a Thunberg, sino también una variedad diversa de individuos, desde políticos hasta miembros del Parlamento Europeo, todos los cuales argumentan en contra del bloqueo israelí de Gaza.
El ministro de Relaciones Exteriores italiano, Antonio Tajani, confirmó que se esperaría que la operación para interceptar la flota tomara dos o tres horas. Dijo que las tropas israelíes habían recibido instrucciones de llevar a cabo la operación sin recurrir a la violencia, en la que se enfatizó un enfoque cauteloso en medio del potencial de tensiones elevadas.
La flotilla global Sumud se enmarca como una misión para llamar la atención sobre lo que los organizadores etiquetan una catástrofe humanitaria en Gaza, una región que ha tenido que lidiar con circunstancias serias como resultado de bloqueos continuos. A pesar de la intercepción, los organizadores han expresado su implacable dedicación para continuar sus esfuerzos para desafiar el bloqueo y enfatizar la urgente necesidad de ayuda.
A medida que se desarrolla la situación, la respuesta de los activistas y los funcionarios del gobierno probablemente será un discurso sobre los esfuerzos auxiliares humanitarios en las zonas de conflicto y el papel de la intervención internacional.