Los geólogos de una mina en Botswana han hecho un descubrimiento extraordinario: un diamante dividido de manera única en dos mitades separadas. Una mitad brilla con un hermoso tono rosado, mientras que la otra mitad permanece incolora. Esta rara formación sugiere que el diamante pudo haber cristalizado durante dos eventos geológicos separados que ocurrieron a más de 100 millas debajo de la superficie de la Tierra.
El extraordinario diamante fue desenterrado por Lucara Diamond Corp en la mina Karowe, un sitio conocido por producir algunos de los diamantes más grandes y excepcionales del mundo. Botswana desempeña un papel importante en la industria de los diamantes y representa aproximadamente el 20% de la producción mundial de diamantes.
Sally Eaton-Magaña, gerente senior de identificación de diamantes en el Instituto Gemológico de América (GIA), explicó a LiveScience que la porción rosa del diamante probablemente comenzó sin color. Es posible que haya sufrido una deformación plástica hace millones de años durante un evento geológico, posiblemente relacionado con la formación de montañas, lo que resultó en el color rosa. Se cree que la porción incolora se formó posteriormente.
El proceso detrás de la coloración de los diamantes, especialmente los diamantes rosas, sigue siendo un tema de intriga. Aunque se pueden encontrar numerosos diamantes marrones, los diamantes rosas son extremadamente raros. «Es un poco como Ricitos de Oro», señaló Luc Doucet, geólogo investigador senior de la Universidad Curtin en Australia, refiriéndose a la escasez de diamantes rosas junto con sus homólogos marrones más comunes.
El proceso por el cual los diamantes obtienen su color implica complejos mecanismos geológicos. Los diamantes toman forma a partir del carbono bajo temperaturas y presiones extremas, creando una estructura reticular estrechamente unida. Esta estructura puede subir rápidamente a la superficie debido a la actividad volcánica. Los diamantes obtienen su color por la presencia de impurezas, a menudo por la radiación de elementos adyacentes. Por ejemplo, el uranio puede cambiar la composición de los diamantes, provocando variaciones de color.
Actualmente, los mecanismos precisos de formación de los diamantes rosas siguen sin estar claros para los científicos. Sospechan que la creación de estas raras piedras preciosas implica procesos geológicos específicos, presión y temperatura calibradas con precisión que conducen a deformidades estructurales. Sin embargo, una distorsión excesiva puede dar lugar a diamantes marrones, lo que hace que el aumento de los diamantes rosas sea aún más notable. A medida que continúe la investigación, el descubrimiento de Botswana sin duda se sumará a la búsqueda en curso para comprender estas hermosas piedras preciosas.



