Hasta la fecha, Estados Unidos construirá su mayor centro de detención para los migrantes en Fort Bliss, una base militar cerca de la frontera mexicana en Texas. Este desarrollo se produce cuando los planes del Pentágono confirmaron inicialmente a 1,000 migrantes en la base, con las actividades que comenzarán este mes.
Se espera que la instalación, designada como Camp East Montana, se amplíe para ofrecer un máximo de 5,000 camas para los migrantes durante las siguientes semanas y meses. Esta expansión lo convertiría en el centro de detención federal más extenso en los Estados Unidos, según las declaraciones del Ministerio de Defensa.
El Ministerio de Defensa proporciona el financiamiento para este centro de detención e incluirá a corto plazo, estructuras de vivienda en forma de tienda. La implementación de tales instalaciones ha hecho preguntas entre las comunidades migrantes, muchas de las cuales tienen constante miedo a las redadas de inmigración y aduanas (ICE).
Mientras que la instalación trabaja en una instalación militar, se espera que la responsabilidad de los migrantes mantenidas entre la jurisdicción del Ministerio de Seguridad Interior. Esta regulación subraya un enfoque de cooperación entre las diferentes ramas del gobierno con respecto al tratamiento de la inmigración y los solicitantes de asilo.
El presidente Donald Trump ha hecho que el temor y la deportación rápida de los migrantes sin documentos un tema central del segundo mandato de su administración. Los informes indican que ICE ha llevado a cabo innumerables redadas en todo el país, con agentes enmascarados y armados que tienen individuos en diferentes entornos de trabajo. Estadísticas recientes de ICE muestran que casi 57,000 personas están detenidas en todo el país, de las cuales una parte importante no tiene condenas penales, en contraste con la promesa de Trump de concentrarse en ‘criminales endurecidos’.
Durante el primer mandato de Trump, las propuestas para usar instalaciones militares para usar migrantes, pero esta estrategia ha sido control en los últimos meses. En julio, el Ministro de Defensa Pete Hegseeth aprobó dos bases militares adicionales en Nueva Jersey e Indiana para ser utilizadas para procesar a los migrantes antes de su deportación.
A principios de año, también se iniciaron planes para preparar una «instalación migrante» de 30,000 personas en el campamento de detención de la Bahía de Guantánamo en Cuba, aunque esa instalación aún tiene que acomodarse en las cercanías de ese número.
Además, la administración Trump ha visto el uso de miles de tropas activas en la frontera entre los Estados Unidos y México, con énfasis en un enfoque militarizado para la aplicación de la inmigración. Aunque los aviones militares se usaban previamente para deportaciones, los informes indican que esta práctica es limitada debido a razones de costos.
En julio, el Congreso de $ 45 mil millones asignado para la construcción de nuevos centros de detención de inmigración, como resultado de una obligación gubernamental más amplia de abordar problemas de inmigración a través de amplias instalaciones en todo el país.