Hace unos 45 millones de años, un asteroide colosal golpeó el fondo marino que ahora es parte del Mar del Norte, creando un tsunami formidable que alcanzó una altura de más de 100 metros. Después de años de debate científico sobre su origen, los investigadores han establecido de manera concluyente que el cráter SilverPit fue formado por este impacto a alta velocidad, en la que se rechazaron las teorías anteriores que se les dio su origen al colapso volcánico o las capas de sal cambiantes.
Ubicado a unos 130 kilómetros de la costa de Yorkshire y a una profundidad de 700 metros debajo del fondo del mar, el krater de plata muestra una forma de círculo, un pico central y un anillo de fracciones correspondiente. Inicialmente, estas características llevaron a los científicos a sospechar una historia violenta. Sin embargo, algunos geólogos han presentado teorías alternativas, como aquellas sobre la tectónica de sal o el colapso del fondo marino como resultado de la actividad volcánica, que ha alimentado la discusión entre los expertos a lo largo de los años.
En 2009, un voto entre los geólogos, reportados en la revista Geocientist, mostró que la mayoría no apoyaba la teoría del impacto de los asteroides. Esta declaración de larga data ha sido cancelada por un nuevo estudio dirigido por el Dr. Uisdean Nicholson de la Universidad Heriot -Watt, con el apoyo del Consejo de Investigación del Medio Ambiente Natural (NERC). El estudio, publicado en Nature Communications, presenta evidencia convincente para apoyar la hipótesis de impacto.
Con la ayuda de imágenes sísmicas, análisis de rocas microscópicas y modelado complejo, el equipo de investigación ha progresado considerable al validar sus afirmaciones. El Dr. Nicholson notó el afortunado descubrimiento de un raro cuarzo «conmocionado» y cristales fervientes que se encontraron a la misma profundidad que el piso del cráter. Estas distorsiones microscópicas sirven como indicadores inequívocos para una colisión, porque son el resultado de las intensas impresiones de choque que son características de las colisiones de alta velocidad.
La identificación de estos minerales marca un momento decisivo en el enfoque del debate de larga data. El profesor Gareth Collins del Imperial College London describió el hallazgo como una ‘panacea’, esencial para resolver los años de incertidumbre sobre la formación del cráter.
Las imágenes sísmicas actualizadas han iluminado aún más la estructura del cráter, para que los investigadores puedan modelar con mayor precisión el impacto y sus consecuencias inmediatas. Según las estimaciones del equipo, el asteroide de aproximadamente 160 metros de ancho golpeó la Tierra desde un ángulo bajo desde el oeste. La colisión empujó un enorme penacho de rocas y agua de mar de aproximadamente 1,5 kilómetros de altura, que posteriormente colapsó en el océano, lo que resultó en un tsunami que tenía más de 100 metros de altura.
Aunque este evento catastrófico no se correlacionó con ninguna extinción masiva conocida, habría causado cambios considerables en el ecosistema marino circundante y las áreas costeras. El profesor Collins expresó su satisfacción con el hecho de que finalmente podría proporcionar la prueba necesaria del origen del cráter y enfatizó el potencial de futuras investigaciones sobre los efectos de tales impactos en los cuerpos planetarios, especialmente en entornos submarinos que de otra manera son difíciles de estudiar.
El cráter SilverPit no solo se destaca por su tamaño, sino también por su notable preservación. Como el Dr. Nicholson expresó el «un cráter de impacto raro y excepcionalmente conservado a alta velocidad». En contraste con las contrapartes terrenales, de los cuales se han identificado más de 200, solo se han documentado unas 30 ubicaciones de impacto bajo el océano. La supervivencia permanente del cráter Silverpit en medio de los constantes cambios geológicos de la Tierra, como la erosión y los cambios tectónicos, ha asegurado que se haya mantenido en gran medida intacto durante más de 40 millones de años.
Ahora, oculto bajo el Mar del Norte, el SilverPit-Krater ofrece una perspectiva única sobre los efectos oceánicos de los impactos de los asteroides, y ofrece ideas valiosas que a los investigadores les gustaría investigar más a fondo.