Durante los trabajos de renovación de rutina en la escuela secundaria San Pedro en Los Ángeles, los equipos tropezaron con un extraordinario tesoro fósil, que reveló una instantánea importante de la vida oceánica prehistórica debajo del sitio. El notable descubrimiento ha producido millones de especímenes, incluidas más de 200 especies diferentes, ofreciendo a científicos y estudiantes una oportunidad única de explorar el antiguo pasado ecológico de la región antes de que se convirtiera en un paisaje urbano.
En 2022, cuando comenzó la construcción de actualizaciones de infraestructura en la península de Palos Verdes, el proyecto se convirtió inesperadamente en un evento paleontológico importante. Los trabajadores comenzaron a descubrir huesos y conchas antiguos justo debajo de la superficie, lo que rápidamente permitió a los científicos clasificar dos capas diferentes ricas en fósiles: un lecho de huesos del Mioceno que data de casi nueve millones de años y un lecho de conchas del Pleistoceno que se estima tiene unos 120.000 años de antigüedad. Estas capas contienen una impresionante variedad de fósiles marinos excepcionalmente conservados.
Los sorprendentes descubrimientos incluyeron fósiles de un formidable megalodón prehistórico, un imponente depredador de los mares antiguos, junto con huesos de salmón dientes de sable, aves playeras, tortugas marinas y delfines y ballenas fosilizados. Los investigadores han descrito la gran cantidad de material expuesto, que incluye millones de huesos y conchas, como un ecosistema completo que refleja la vida marítima en la región hace casi nueve millones de años.
La mayoría de los fósiles estaban incrustados en tierra de diatomeas, una forma de algas fosilizadas que alguna vez sustentaron un ambiente rico y rico en nutrientes propicio para diversas poblaciones marinas. Expertos como Wayne Bischoff, director de recursos culturales de Envicom Corporation, enfatizaron que el sitio ofrece una visión extraordinaria de todo un ecosistema de una era perdida hace mucho tiempo. «Es todo el ecosistema de una era que ya pasó», dijo.
Los hallazgos han cambiado el enfoque de los estudiantes de la Escuela Secundaria San Pedro del mero aprendizaje en el aula a la exploración práctica de la historia de su propio patio trasero. Muchos estudiantes han interactuado directamente con científicos de instituciones líderes como el Museo de Historia Natural del Condado de Los Ángeles y el Acuario Marino Cabrillo, ayudando a estudiar y clasificar los fósiles. Un estudiante, Milad Esfahani, describió su experiencia al clasificar conchas fosilizadas en el museo y señaló que se sentía como un «lavado de oro». Esta participación directa lo ha inspirado a seguir una carrera en paleontología marina. Otra estudiante, Taya Olson, expresó su sorpresa por el descubrimiento y comentó: «Pensé que esto era algo que nunca sucede, especialmente aquí. Sólo sucede en los libros de texto».
Este inesperado tesoro arqueológico también fortalece las teorías sobre la historia geológica de Los Ángeles, lo que sugiere que el área alguna vez estuvo bajo el Océano Pacífico y fue hogar de vibrantes ecosistemas marinos. La variedad de especies costeras y de aguas profundas que se encuentran en las capas indica posibles corrientes oceánicas antiguas que pueden haber inundado hábitats enteros y dejado tras de sí un registro fósil rico y variado.
Alberto Carvalho, superintendente del Distrito Escolar Unificado de Los Ángeles, caracterizó el descubrimiento como transformador para la escuela y la comunidad local, marcando el nacimiento de una nueva era en la exploración científica. Bischoff notó la densidad sin precedentes de fósiles en el sitio, lo que presagió el comienzo de una extensa investigación.
Con más de 200 especies identificadas hasta ahora, los científicos reconocen que sólo están arañando la superficie del potencial de los hallazgos. Los continuos estudios sistemáticos y los esfuerzos de conservación por parte de múltiples instituciones de investigación prometen enriquecer nuestra comprensión del Océano Pacífico de la era del Mioceno y, en última instancia, reconstruir los complejos ecosistemas que existieron debajo del actual sur de California.