En primer lugar, el satélite de autocontrol de IA para lograr una revolución en el futuro de la exploración espacial


Un satélite innovador desarrollado por investigadores de UC Davis, en colaboración con Proteus Space, reformará el panorama de la exploración espacial cuando se lance en octubre de 2025. Esta innovadora nave espacial tiene el primer sistema de monitorización de AI del mundo, con una característica gemela digital que hace posible controles de salud en el tiempo real y desempeño de los equipos terrestres.

Este proyecto tarda solo 13 meses después de la concepción para lanzarse, enfatiza el progreso rápido en la tecnología satelital, en particular la integración de la inteligencia artificial, lo que mejora la autonomía de la nave espacial. A diferencia de los satélites tradicionales, que dependen en gran medida de los ingenieros en la Tierra para hacer diagnósticos y hacer ajustes, este nuevo modelo funciona de forma independiente y utiliza un modelo virtual de sus sistemas internos para mantener su salud.

El suministro de la autoevaluación del satélite le permite evaluar continuamente sus propias condiciones, como la salud de la batería y el consumo de energía, lo que hace posible ajustes proactivos para evitar problemas de rendimiento antes de que se intensifiquen. Adam Zufall, un investigador graduado y uno de los líderes del proyecto, señaló que este cambio declaró: «La nave espacial en sí puede hacernos saber cómo van las cosas, lo que ahora las personas están haciendo».

El sistema AI avanzado diseñado para este satélite no solo procesa datos, sino que también lo aprende en el transcurso del tiempo. Analiza datos históricos e identifica patrones, que ayudan a predecir el comportamiento de sus sistemas, en particular la gestión de la energía. Como el profesor Stephen Robinson, el líder de laboratorio que es responsable de la carga del satélite, explica, este enfoque innovador permite que el satélite sea «más inteligente» mientras continúa su viaje por el espacio.

Esta autonomía mejorada minimiza la necesidad de monitoreo e monitoreo e intervención basados ​​en la intervención, optimizando así la eficiencia de las emisiones espaciales, en particular las dirigidas a áreas externas donde las retracciones de comunicación pueden dificultar las actividades.

El rápido ciclo de desarrollo marca una notable desviación de los plazos largos tradicionales asociados con las misiones satelitales, que a menudo tardan unos años en el desarrollo y las fases de prueba. El ritmo rápido de este proyecto se ha hecho posible a través de una cooperación efectiva entre los científicos de UC Davis y el espacio de Proteus, creando un sistema satelital «diseño rápido a despliegue».

Además de sus opciones de IA, el satélite tendrá diversas cargas científicas y comerciales que están destinadas a estudiar diferentes aspectos de la tecnología espacial y demostrar la versatilidad de esta nueva plataforma. Esta combinación de implementación rápida, mayor eficiencia y tecnología avanzada indica un futuro prometedor para emisiones de espacios más ágiles.

Las opciones de monitoreo de tiempo real de este satélite reducen significativamente los riesgos asociados con la supervisión humana, de modo que se minimizan las oportunidades de errores de consumo de tiempo. Los equipos de suelo tradicionales a menudo responden a los problemas después del hecho, mientras que el a bordo puede identificarse y adaptarse preventivamente a posibles problemas. Esta capacidad de corrección automática no solo extiende la vida operativa del satélite, sino que también genera datos valiosos que pueden informar el progreso en futuras naves espaciales.

Si bien este innovador satélite se está preparando para su lanzamiento de octubre de 2025, es primordial en una nueva era en el espacio y en el escenario para una nave espacial más independiente y más inteligente que puede asumir los desafíos del espacio.



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