Elon Musk y Sam Altman se han visto envueltos recientemente en una disputa pública centrada en la reserva del Tesla Roadster, largamente retrasada, del CEO de OpenAI. El drama se desarrolló en las redes sociales, y Musk criticó a Altman por compartir capturas de pantalla que ilustraban sus intentos de cancelar la reserva después de años de espera.
Altman inicialmente publicó las capturas de pantalla en una plataforma conocida como X, destacando un correo electrónico de julio de 2018 que confirmaba un pago de 45.000 dólares por la reserva. Expresó su frustración por los retrasos y señaló que una espera de siete años y medio le parecía excesivamente larga. «¡Estaba realmente entusiasmado con el auto! Y entiendo los retrasos. Pero 7,5 años me parecieron mucho tiempo de espera», dijo Altman.
En respuesta, Musk recurrió a la misma plataforma para afirmar que Altman sólo estaba contando una historia parcial. Afirmó que Altman ya había recibido un reembolso y dijo: «Olvidaste mencionar la acción 4, donde se resolvió este problema y recibiste un reembolso dentro de las 24 horas. Pero esa es tu naturaleza».
Los representantes tanto de Tesla como de OpenAI no respondieron a las preguntas sobre la disputa pública.
Cuando Musk presentó por primera vez el nuevo Roadster en 2017, lo llamó «el automóvil de producción más rápido jamás fabricado». Sin embargo, el vehículo ha sufrido retrasos importantes, y su estado actualmente figura como «desarrollo de diseño» en el informe de ganancias trimestral de Tesla. Esta larga espera ha provocado que algunos, incluido el popular YouTuber MKBHD, cancelen sus reservas.
En una reciente aparición en ‘The Joe Rogan Experience’, Musk insinuó la avanzada tecnología que se utilizará en el próximo Roadster, describiéndola como mejor que incluso los coches más extravagantes de las películas de James Bond. «Si tomaras todos los autos de James Bond y los combinaras, sería aún más loco que eso», proclamó, sugiriendo que una demostración del producto sería «inolvidable».
La tensión entre Altman y Musk no es nueva y se viene gestando desde hace algún tiempo. Musk fue originalmente cofundador y uno de los primeros patrocinadores financieros de OpenAI, pero dejó la junta en 2018 y posteriormente criticó el estilo de gestión de Altman. En un tweet a principios de este año, Musk lamentó que OpenAI hubiera pasado de su misión original de servir como contrapeso a gigantes corporativos como Google a una entidad más orientada a las ganancias que estaba excesivamente influenciada por Microsoft.
Además de sus desacuerdos en línea, los dos también se han enfrentado en asuntos legales. Musk ha presentado una demanda contra Altman y OpenAI, alegando que la empresa violó su misión sin fines de lucro. Solicitó una orden judicial para impedir que OpenAI se transforme en una organización con fines de lucro, una solicitud que OpenAI calificó de «completamente infundada».
Tras recientes cambios organizativos, OpenAI anunció la creación de la Fundación OpenAI para supervisar sus actividades sin fines de lucro y una nueva empresa de beneficio público llamada OpenAI Group PBC.



