El vikingo Hamaard en Inglaterra revela una riqueza adquirida por el comercio con el mundo islámico


Un descubrimiento notable en el norte de Inglaterra ha presentado la complejidad de la riqueza vikinga, porque un estudio reciente sobre el Bedale Hamard arroja luz sobre las actividades comerciales a larga distancia de estos reconocidos asaltantes. El tesoro, estimado en más de 1.100 años, incluye no solo tesoros locales, sino también plata del mundo islámico. Esta prueba subraya las extensas redes comerciales de los vikingos que alcanzaron las profundidades del medio.

El Hamard descubierto en 2012 por los detectores de metales Stuart Campbell y Steve Caswell, cerca de la ciudad de Bedale, tiene una impresionante gama de artefactos, que incluyen un basurero de espada dorada, joyas de plata y 29 lingotes de plata. El valor del tesoro se estimó en más de $ 70,000, lo que refleja su importancia histórica y la riqueza que se recopiló durante la edad vikinga.

Publicado en la revista ArqueometríaEl estudio reciente utiliza el análisis geoquímico para rastrear el origen de la plata en el tesoro. Los resultados muestran que aunque gran parte de la plata del tesoro provino de las monedas anglosajones y carolingias saqueadas en Europa occidental, una parte considerable provino de los dirhams islámicos en el califato abasí, un enorme rico que abarcaba la península árabe y partes del norte de África.

Esta visión desafía la percepción tradicional de los vikingos en primer lugar como asaltantes. La autora principal del estudio Jane Kershaw, maestra de la universidad Viking Age -Arqueología en la Universidad de Oxford, enfatiza que los vikingos no solo estaban dirigidos a saquear; Participaron activamente en el comercio, intercambiando productos como pieles, ámbar, espadas e incluso esclavos para una valiosa moneda islámica.

Los ingrotas de plata en el tesoro Bedale enfatizan las extensas rutas comerciales del vikingo, conocido como Austria, que facilitó el flujo de bienes entre diferentes culturas. Los Dirhams que fueron adquiridos por este comercio habrían acompañado a los vikingos cuando se establecieron en Inglaterra, lo que sugiere que su riqueza no solo se derivó de las conquistas locales, sino también de interacciones económicas complicadas.

Kershaw señala que el significado de Bedale en este contexto más amplio y explica: «Me gusta pensar cómo era Bedale, hoy en día una ciudad típica del mercado inglés en North Yorkshire, en la era vikinga, en el corazón de una economía vikinga mucho más amplia y euroasiática». Esta perspectiva ilustra una comprensión más matizada de la sociedad vikinga, que muestra que han contribuido a un sistema económico consolidado que incluía continentes.

Este estudio no solo enriquece la historia histórica de los vikingos, sino que también fomenta la revaluación de su patrimonio como comerciantes y exploradores versátiles en lugar de solo asaltantes. Sus interacciones con el mundo islámico revelan un pasado complejo e interconectado que continúa desarrollándose a través de descubrimientos arqueológicos como el tesoro Bedale.



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