Un tribunal federal de apelaciones está preparado para escuchar argumentos sobre la legitimidad del nombramiento de Alina Habba como fiscal federal de Nueva Jersey. Este hecho se produce tras un fallo de un tribunal inferior que declaró inconstitucional su nombramiento debido a una “nueva serie de medidas legales y de personal”. El juez de distrito estadounidense Matthew Brann indicó en agosto que Habba ya no podía desempeñar legalmente su cargo, citando la expiración de su mandato interino de 120 días y las impugnaciones de varios acusados acusados de delitos federales en Nueva Jersey, quienes argumentaron que ella carecía de autoridad para procesar sus casos.
La disputa legal se centra en si Habba debe considerarse empleado válidamente según un estatuto federal específico que permite al primer asistente del abogado asumir ese papel. Habba, quien fue designado por la administración Trump, anteriormente se desempeñó como abogado del expresidente durante procesos penales y civiles antes de asumir el cargo de fiscal federal en marzo.
Su mandato estuvo marcado por controversias políticas. Poco después de su nombramiento, Habba expresó su intención de influir en el panorama político de Nueva Jersey, manifestando su deseo de ayudar a «hacer que Nueva Jersey se vuelva roja». Esta afirmación, junto con su enfoque en investigar a los funcionarios demócratas del estado, atrajo atención y críticas.
Las acciones de Habba como fiscal incluyeron presentar un cargo de delito menor contra el alcalde de Newark, Ras Baraka, que luego fue retirado, y presentar cargos de agresión contra la representante demócrata estadounidense LaMonica McIver, lo que lo convierte en un caso federal poco común contra una congresista en ejercicio no vinculada a la corrupción. McIver negó los cargos y se declaró inocente, mientras que el caso está actualmente pendiente.
En julio, surgieron dudas sobre el papel continuo de Habba cuando su nombramiento interino llegó a su fin. Los senadores demócratas estadounidenses de Nueva Jersey, Cory Booker y Andy Kim, no apoyaron su nominación para un cargo permanente. En respuesta, los jueces federales del estado buscaron reemplazarla con un fiscal de carrera que había sido su adjunto. Sin embargo, la fiscal general de los Estados Unidos, Pam Bondi, intervino, despidiendo al fiscal de carrera designado y renombrando a Habba como fiscal federal en funciones. El Departamento de Justicia argumentó que los jueces federales habían actuado demasiado rápido y afirmó que el presidente conservaba el derecho de nombrar personas para hacer cumplir la ley federal dentro del estado.
Mientras el Tribunal de Apelaciones del Tercer Circuito se prepara para examinar estas complejidades, no sólo abordará la nominación de Habba sino que también examinará implicaciones más amplias con respecto a los nombramientos presidenciales y la dinámica de poder en las funciones de los fiscales federales, proporcionando importantes conocimientos sobre la intersección de la ley y la estrategia política.