El Staatssenate de California ha adoptado oficialmente una nueva ley de seguridad para la inteligencia artificial (AI), SB 53, que ahora se dirige al gobernador Gavin Newsom por su firma o veto. Este paso legislativo sigue el veto de Newsom de una propuesta de seguridad AI anterior, SB 1047, escrita por Staatsenator Scott Wiener, el año pasado.
A diferencia de su predecesor, SB 53 limita su enfoque específicamente en grandes compañías de IA con una facturación anual de más de $ 500 millones. Este enfoque dirigido ha recibido optimismo de algunos observadores industriales, en particular dada la aprobación de la compañía AI Anthrope.
En una discusión reciente sobre el podcast insignia de TechCrunch, los analistas sopesaron las implicaciones de SB 53 y el panorama en evolución de la regulación de la IA. Max Zeff expresó la importancia del proyecto de ley y enfatizó que a medida que las empresas de IA se convierten en una de las entidades más influyentes del mundo, las medidas legislativas como SB 53 representan controles cruciales en su poder. El proyecto de ley es obligatorio de que las compañías de IA publiquen informes de seguridad sobre sus modelos y requiere que informen incidentes a las agencias gubernamentales. Además, establece un mecanismo para que los empleados de estas compañías informen problemas de seguridad sin temor a la retribución, a pesar de los acuerdos de privacidad comunes.
Kirsten Korosec enfatizó la relevancia de California como un centro importante de actividad de IA y señaló que casi todas las compañías de IA importantes están presentes en el estado. Este contexto agrega peso a los esfuerzos del poder legislativo para determinar las regulaciones de seguridad a nivel estatal.
Zeff reconoció que aunque SB 53 es más limitado que su predecesor, todavía implementa regulaciones significativas que están diseñadas para mejorar la responsabilidad en los grandes desarrolladores de IA. Sin embargo, existe una preocupación por posibles talentos para nuevas empresas más pequeñas, que pueden verse como protección para promover la innovación sin cargas legales abrumadoras. El proyecto de ley se centra principalmente en compañías más grandes, que, según muchas, pueden crear un campo de juego desigual o suprimir la competencia entre entidades más pequeñas.
Anthony, otro miembro del panel, señaló que aunque las nuevas empresas de IA más pequeñas aún tienen que compartir cierta información de seguridad, los requisitos no son tan estrictos en comparación con los de las compañías más grandes.
El contexto nacional más amplio de la regulación de la IA también evoluciona. Con el nuevo gobierno federal en camino a regulaciones mínimas, incluidas las disposiciones de financiación de cuentas destinadas a limitar a los estados a implementar sus propias regulaciones de IA, la situación es cada vez más compleja. Los observadores especulan que esta fricción entre la política federal y las iniciativas a nivel estatal podría causar desafíos legales y regulatorios continuos.
Si bien la industria ve el resultado de SB 53, todavía se debe ver cómo este proyecto de ley formará el panorama futuro de la seguridad y las regulaciones de la IA en California y luego se formará.