En una entrevista sincera el domingo de la BBC con Laura Kuensberg, la secretaria educativa, Bridget Phillipson, asumió los desafíos con los que se enfrenta al gobierno con respecto a las reformas de bienestar, en particular los controvertidos beneficios con dos hijos y los disturbios recientes (PIP).
Phillipson reconoció las dificultades que el gobierno ha encontrado y explicado: «No voy a fingir que no ha sido una semana difícil o desafiante», un sentimiento que refleja el retroceso que llevó a dejar reformas de PIP después de un levantamiento entre los bancos traseros. Ella admitió que el gobierno había alquilado en su enfoque y enfatizó la necesidad de una reforma del sistema de bienestar, al tiempo que reconoció los pasos en falso tanto en el ritmo como en la implementación de sus propuestas.
Al discutir el potencial de desechar los beneficios con dos niños, Phillipson indicó que las decisiones tomadas a la luz de los acontecimientos recientes tenían complicadas opciones de gastos futuros. «Las decisiones tomadas la semana pasada hacen que las decisiones futuras sean más difíciles», dijo al programa. Sin embargo, ella aseguró a los espectadores que el gobierno está comprometido a explorar todos los caminos para aliviar la pobreza infantil y explicó: «Continuaremos buscando cada palanca para sacar a los niños de la pobreza».
Los antecedentes de estas discusiones incluyen advertencias de los ministros sobre las implicaciones financieras resultantes de las reformas de PIP detenidas. Los backbechers laboristas están haciendo campaña activamente por la abolición de los beneficios con dos niños, e insta al gobierno a reconsiderar su posición en vista de las consecuencias fiscales proyectadas de los cambios de políticas recientes.
Mientras tanto, el canciller de Shadow, Sir Mel Stride, se ha puesto en contacto con la Oficina de Responsabilidad Presupuestaria (OBR) en un desarrollo separado, buscando claridad sobre las implicaciones fiscales de las recientes decisiones laborales, que describió como creando un «agujero de miles de millones de libras» en el presupuesto. Hizo hincapié en la importancia de la transparencia y afirmó que el público, el parlamento y los mercados financieros merecen comprender las consecuencias de estos cambios de política en la salud económica del país.
En respuesta al panorama de bienestar en evolución, el Partido Conservador tiene que proponer cambios para endurecer tanto a PIP como a crédito universal debido a los próximos cambios legislativos. El líder de Tory, Kemi Badenoch, afirmará que los conservadores «son ahora la única parte comprometida con una reforma de bienestar grave», destinada a posicionar a su partido como una alternativa responsable en el debate actual sobre la política de bienestar.
Si bien el gobierno navega por estos problemas complejos, el impacto en las familias y la agenda legislativa más amplia sigue siendo una atención importante tanto para los responsables políticos como para el público.