El primer ministro británico, Keir Starmer, organizó el presidente ucraniano Volodyymyr Zenskyy en Londres, donde las discusiones se centraron en el conflicto actual en Ucrania y el próximo crucial entre Estados Unidos y Rusia en Alaska. Después de su reunión, Zenskyy fue a las redes sociales y reveló que habían compartido expectativas para el top de Alaska e investigaron posibles garantías de seguridad destinadas a lograr una paz sostenible. Hizo hincapié en la importancia de una coalición uniforme para garantizar medidas de seguridad efectivas a medida que continúan las negociaciones.
La visita de Zenskyy al Reino Unido, junto con su participación en las discusiones virtuales de Berlín con los líderes, incluido el ex presidente Donald Trump y varios jefes de estado europeos. Estos líderes expresaron su esperanza de que Trump diera prioridad a un cese, los incendios en Ucrania durante su primera reunión con el presidente ruso Vladimir Putin en Anchorage al día siguiente.
En preparación para el Alaska -Top, Putin tuvo conversaciones con funcionarios rusos para estrategias de estrategia la agenda, que se centrará en el proceso de negociación bilateral con Ucrania y una cooperación económica más amplia entre los Estados Unidos y Rusia. El asistente del Kremlin, Yuri Ushakov, anunció que la reunión comenzaría con una sesión individual entre Trump y Putin, seguida de discusiones con sus respectivas delegaciones, cada una de las cuales consistiría en cinco miembros.
Zelenskyy, además de los líderes europeos, expresó su preocupación de que la cumbre de Alaska pudiera pasar por alto sus intereses, para que Rusia pueda preferir. Se les ha preocupado que las conclusiones puedan sacar provecho de poner en peligro la seguridad de Ucrania y Europa. Sin embargo, Trump había advertido previamente de «consecuencias muy graves» para Rusia si el país no estaba de acuerdo en detener las hostilidades durante sus próximas discusiones.
Starmer describió la parte superior como «extremadamente importante» y enfatizó que cada acuerdo debe dar prioridad a la integridad territorial de Ucrania, y afirma que los límites internacionales no deben cambiarse con la violencia. Insistió en que todas las negociaciones para la paz deben incluir que las sólidas garantías de seguridad deben ser garantizar que Ucrania pueda defender su soberanía.
En la carrera hasta la cima hubo signos de creciente escepticismo entre los ucranianos con respecto al potencial de un progreso significativo. Muchos asumieron la desilusión después de años de promesas no cumplidas de varias reuniones diplomáticas. Algunos ciudadanos expresaron su convicción de que la preservación de la vida militar debería tener prioridad sobre las preocupaciones territoriales, lo que enfatiza el peaje humanitario que el conflicto ha mantenido.
Las recientes operaciones militares continuaron infligiendo a las víctimas, con informes de lesiones como resultado de ataques de cohetes y fuego de artillería en varias regiones de Ucrania. Mientras tanto, una refinería de petróleo en Rusia se convirtió en el objetivo de un ataque de drones ucraniano, lo que contribuyó al aumento de las tensiones en el conflicto actual.
Mientras los líderes se están preparando para la cima de Alaska, el resultado sigue siendo incierto, por lo que muchos ojos buscan ver cómo esto influirá en la complicada dinámica de la guerra en Ucrania y el paisaje geopolítico más amplio.