El presidente taiwanés, Lai Ching-te, ha revelado importantes planes para acelerar el desarrollo de un sistema avanzado de defensa aérea multicapa en respuesta a las crecientes tensiones, especialmente de China. En su discurso durante las celebraciones del Día Nacional de Taiwán, Lai subrayó la urgente necesidad de fortalecer las capacidades defensivas de la isla en medio de la creciente presión internacional, especialmente de Estados Unidos, que ha pedido una mejor autodefensa de Taiwán ante una posible agresión de Beijing. China enfatiza que Taiwán es una parte integral de su territorio.
Lai destacó la urgencia de «acelerar nuestra construcción del T-Dome» mientras se implementa un marco integral de defensa aérea diseñado para incluir tecnologías avanzadas de detección e interceptación. Reafirmó el compromiso de Taiwán de mantener la estabilidad a través de la fuerza y pidió a China que se abstenga de medidas coercitivas que podrían cambiar el status quo actual en el Estrecho de Taiwán.
Este anuncio llega tras un año desafiante para Lai, marcado por importantes obstáculos políticos, incluido un intento fallido de asegurar una mayoría parlamentaria para su Partido Democrático Progresista (PPD). El revés ha dejado a su administración en una posición vulnerable en medio de preocupaciones sobre el impacto de los aranceles estadounidenses sobre las exportaciones taiwanesas y dudas sobre la confiabilidad de los compromisos estadounidenses para defender a Taiwán, especialmente bajo la administración anterior.
Lai reiteró el objetivo de su gobierno de aumentar el gasto en defensa por encima del tres por ciento del PIB el próximo año, con un objetivo del cinco por ciento para 2030. La medida subraya un fuerte compromiso con la defensa nacional. También enfatizó el papel de las tecnologías avanzadas, incluida la inteligencia artificial, en el desarrollo de un sistema de defensa modernizado que fortalecería la estrategia de defensa asimétrica de Taiwán.
En un esfuerzo por garantizar la autosuficiencia, Taiwán apunta a fortalecer su industria de defensa nacional y fortalecer las cadenas de suministro locales, creando un marco de defensa más resiliente. Las celebraciones de este año, que marcan el 114º aniversario de la fundación de la República de China tras la caída de la dinastía Qing, también sirven para resaltar la búsqueda histórica de soberanía de Taiwán a pesar de la presión de China.
El clima geopolítico sigue siendo tenso, especialmente a la luz de los ejercicios militares de Beijing en Taiwán el año pasado, poco después del anterior discurso de Lai en el Día Nacional. Los observadores sugieren que China podría adoptar una postura más cautelosa en el entorno actual, considerando las dificultades que enfrenta el gobierno de Lai.
Mientras Estados Unidos y China se preparan para conversaciones de alto riesgo, incluida una posible reunión entre el expresidente Donald Trump y el presidente chino Xi Jinping, los expertos predicen un breve respiro en las tensiones militares. Los analistas políticos señalan que, si bien Taiwán está expandiendo activamente sus capacidades militares, el país todavía enfrenta un importante desequilibrio de fuerza militar frente a China y sigue dependiendo en gran medida del apoyo militar de Estados Unidos para disuadir posibles confrontaciones.