Los parlamentarios suizos de diferentes partidos políticos están emitiendo cada vez más su intención de cancelar el contrato para la adquisición de 36 cazadores de sigilo F-35A de Lockheed Martin. Este renovado debate sigue la imposición de una tasa considerable del 39% en la exportación suiza del ex presidente de los Estados Unidos, Donald Trump, que influye significativamente en productos importantes como relojes de lujo y cápsulas de café. En medio de estas tensiones comerciales, la viabilidad del acuerdo F-35, con un valor de aproximadamente $ 7.3 mil millones en francos suizos (9.1 mil millones de dólares), se valora en una investigación grave.
El contrato, inicialmente firmado en septiembre de 2022 por $ 6.25 mil millones, recibió autorización del Departamento de Asuntos Exteriores de los Estados Unidos en el contexto del programa para la venta militar extranjera (FMS) y recibió la aprobación del Parlamento suizo. La entrega planificada de este avión de quinta generación se planifica entre 2027 y 2030, destinada a reemplazar la flota obsoleta de Hornets F/A-18 y F-5-Tigers. El acuerdo también incluye instalaciones para armas avanzadas como misiles aéreos AIM-9X Block II+ y GBU-53/B y GBU-54 JDAM Bombas guiadas.
En las últimas semanas, se ha visto un aumento en las críticas a la compra, especialmente después de que el gobierno suizo con Washington había admitido un «malentendido» con Washington con respecto a los costos finales asociados con el avión. Los legisladores más importantes, como Balthasar Glättli del Partido Verde y Cédric Wermuth del Partido Socialdemócrata, han abogado por cancelar el acuerdo francamente o para traer un voto popular por la consideración pública. Mientras tanto, Hans-Peter Portmann ha sugerido o una suspensión parcial o total del contrato, lo que prefiere una mayor cooperación de defensa con los socios europeos.
El presidente suizo, Karin Keller-Sutter, defendió la continuación del programa F-35 durante una visita reciente a Washington. En una reunión con el Secretario de Estado Marco Rubio, quien también actúa como asesor de seguridad nacional interino, ambos líderes confirmaron su dedicación para fortalecer la cooperación entre la defensa bilateral, a pesar de los continuos conflictos comerciales.
El panorama internacional con respecto al F-35 también ha cambiado. En España, el gobierno anunció recientemente la suspensión indefinida de sus planes de adquirir un máximo de 50 F-35, incluida la variante requerida para el reemplazo del avión AV-8B+ Harrier de la Armada española. Esta decisión se basa en razones estratégicas, industriales y políticas, en las que el gobierno da preferencia por las alternativas europeas como Eurofighter y Rafale, aunque estas opciones pierden las opciones de inicio verticales.
Del mismo modo, India ha informado a las autoridades estadounidenses que no continuará con la compra del F-35A. La administración de modificación continúa trabajando para iniciativas de defensa que promueven la transferencia de tecnología y la producción local, principalmente dirigida a su proyecto nacional de combate sigiloso AMCA de la quinta generación.
Estos desarrollos enfatizan una tendencia internacional más amplia. Aunque el F-35 ofrece capacidades avanzadas, muchos países eligen dar prioridad a las asociaciones regionales, perseguir la independencia tecnológica o invertir en proyectos de defensa nacional en lugar de confiar en los aviones militares estadounidenses.