El organismo de control nuclear de las Naciones Unidas está presionando activamente tanto a Ucrania como a Rusia para que acuerden un alto el fuego en áreas específicas para facilitar el restablecimiento de la energía externa a la planta de energía nuclear de Zaporizhia. Situada en una región bajo control ruso desde el inicio de la invasión a gran escala, la instalación ha permanecido no operativa pero requiere energía estable para enfriar los seis reactores inactivos y gestionar de forma segura el combustible gastado, evitando posibles catástrofes nucleares.
Desde el 23 de septiembre, la planta depende de generadores diésel después de que la última línea eléctrica externa restante fuera dañada, y ambas partes asumieron la responsabilidad de los ataques que dejaron la planta inutilizable. La Agencia Internacional de Energía Atómica (OIEA) ha expresado grandes preocupaciones sobre la planta, la instalación nuclear más grande de Europa.
La OIEA propone un plan de dos fases para restablecer el suministro eléctrico a la planta. Según diplomáticos familiarizados con las discusiones, la primera fase incluye la creación de una zona de alto el fuego con un radio de 1,5 kilómetros para facilitar las reparaciones de la línea eléctrica de 750 kilovoltios de Dniprovska, una línea crítica que se ha visto afectada en territorio controlado por Rusia. La segunda fase establecería una nueva zona de alto el fuego para las reparaciones de la línea de reserva Ferosplavna-1 de 330 kilovoltios, ubicada en un área controlada por Ucrania. Los expertos de la OIEA supervisarán los trabajos de reparación, que inicialmente estaban previstos para un período de siete días, del 11 al 17 de octubre.
Aunque, según se informa, Ucrania ha ofrecido garantías para el paso seguro de los equipos de reparación, han surgido retrasos porque Rusia no ha proporcionado rápidamente garantías similares, según un diplomático europeo. Por otra parte, un diplomático ruso afirmó que los preparativos para las reparaciones necesarias ya están en marcha y que podrían comenzar pronto.
El director general de la OIEA, Rafael Grossi, se encuentra en intensas conversaciones con ambos países para permitir la reconexión eléctrica como medida preventiva ante posibles accidentes nucleares. Sus compromisos recientes incluyen conversaciones con el ministro de Asuntos Exteriores de Ucrania, Andrii Sybiha, y reuniones con el presidente ruso, Vladimir Putin, y el director general de Rosatom, Alexei Likhachev.
La OIEA ha destacado los graves riesgos asociados con la dependencia continua de los generadores diésel, advirtiendo que una falla podría provocar un apagón total, la fusión del combustible del reactor y la liberación de radiación al medio ambiente. Este no es el primer incidente de corte de energía en Zaporizhia; Se trata del décimo apagón desde el inicio del conflicto, y éste es notablemente el más largo.
La proximidad de la planta a la línea del frente complica las cosas, ya que a menudo se culpa a Ucrania y Rusia por los incidentes de bombardeo en la zona. En un reciente discurso en video, el presidente ucraniano, Volodymyr Zelenskyy, expresó la voluntad de Ucrania de reparar las líneas eléctricas bajo su jurisdicción, reiterando la necesidad de presionar a Rusia para que tome las medidas apropiadas para garantizar la seguridad.
La situación sigue siendo precaria y los observadores internacionales siguen de cerca los acontecimientos sobre el terreno para evitar una posible emergencia nuclear.