En un descubrimiento notable en la Patagonia central, los investigadores han excavado los restos fosilizados de un gran dinosaurio carnívoro previamente desconocido, llamado Joaquinraptor casali. Esta nueva especie se estableció que el hueso de un miembro de la familia de cocodrilo prehistórico estaba atrapado en sus mandíbulas, lo que sugiere que cumplió con su fin en una comida.
Los hallazgos se detallaron en un estudio reciente publicado en Comunicación de la naturalezaBrindar una oportunidad única para explorar el comportamiento de los depredadores de Apex justo antes del evento de extensión de masa que marcó el final de la era de los dinosaurios.
Características anatómicas que indican una estrategia de caza única
En contraste con su enorme contraparte, el Tyrannosaurus rex de Noord -América, Joaquinraptor se caracterizó por su esbelta construcción maniobrable, con brazos largos con garras desproporcionadamente grandes. Según el paleontólogo Steve Brusatte, la anatomía de este dinosaurio sugiere un enfoque de caza rápido y preciso, que contrasta fuertemente con el poder brutal de los depredadores más pesados. «Joaquinraptor era delgado, delgado y rápido, y tenía armas y garras ridículamente de gran tamaño, como recortadores de seto», señaló Brusatte.
Esta estructura única implicaba que Joaquinraptor Confiaba en «Bits de corte» y usó sus garras de manera efectiva para agarrar y grietas en su presa. Con un peso de más de 2,200 libras, probablemente sirvió como el principal depredador de su hábitat, que cace una variedad de seres, incluidas las especies de cocodrilos. El hueso de la pierna que se establece en su boca enfatiza su dieta y fortalece el estado del dinosaurio como un depredador dominante de su época.
Llenar los vacíos críticos en el registro fósil
La excavación también restauró un cráneo parcial junto con varios huesos de pierna, brazo y cola. El análisis histológico de la tibia y la costilla indicaron que el dinosaurio era sexualmente adulto y al menos 19 años cuando murió, aunque todavía mostraba signos de crecimiento potencial.
Federico Agnolin del Museo Argentino de Ciencias Naturales elogió la excavación y etiquetó al fósil como uno de los esqueletos más completos de esta línea. Su descubrimiento ofrece un punto de referencia importante para comprender la evolución y las características de estos depredadores cuando terminó el período de tiza.
Un toque personal al nombrar al monstruo
El nombre Joaquinraptor casali Tiene un significado personal profundo para el investigador principal Lucio Ibiricu. Eligió honrar a su hijo fallecido, Joaquín, con esta designación. «A todos los niños les encantan los dinosaurios», pensó Ibiricu, «por lo que probablemente también sería fanático».
Mientras Joaquinraptor Puede representar el megaraptoran final conocido en América del Sur antes del evento de extensión, la naturaleza intrigante de este fósil continúa contribuyendo con valiosas ideas sobre la dinámica del depredador que existía justo antes del impacto catastrófico de asteroides que marcó el final de la tiza. Los restos bien conservados no son solo como un descubrimiento importante en el examen paleontológico, sino que también registra un momento congelado en el tiempo y analizan el comportamiento y el estilo de vida de los viejos gigantes carnívoros.