El Museo del Louvre de París entregó el viernes por precaución algunos de sus objetos más valiosos al Banco de Francia, tras un impactante robo de 102 millones de dólares. El descarado robo involucró a ladrones desconocidos que lograron escapar durante el día con ocho hermosas piezas de la colección de Napoleón y la Emperatriz del museo, lo que generó serias dudas sobre los protocolos de seguridad en el museo más visitado del mundo.
El incidente ha provocado un intenso escrutinio y críticas, revelando errores importantes que permitieron que se llevara a cabo el robo. Actualmente, los investigadores están examinando pruebas, incluidas muestras de ADN y huellas dactilares dejadas en herramientas y otros elementos en la escena del crimen. Las esperanzas de recuperar las joyas robadas se han desvanecido con el paso del tiempo, mientras las autoridades trabajan incansablemente para identificar a los perpetradores.
Los informes indican que varios objetos preciosos han sido trasladados de la Galería Apollo a su nuevo hogar temporal en el Banco de Francia bajo una fuerte seguridad policial. Este traslado se realizó de forma discreta y aunque son escasos los detalles concretos sobre los objetos, se ha confirmado que el traslado también incluye algunas de las Joyas de la Corona francesa. En particular, el Banco de Francia está convenientemente situado a sólo 500 metros del Louvre y cuenta con una enorme bóveda a 25 metros bajo tierra, diseñada para salvaguardar las reservas de oro del país.
El atraco se llevó a cabo de manera sorprendentemente atrevida, ya que los ladrones irrumpieron en el museo mientras estaba abierto al público. Según los informes, utilizaron una grúa para romper una ventana del piso de arriba, lo que les permitió escapar en motocicletas en cuestión de minutos. La velocidad del robo y el valor de los artículos robados han dejado al país lidiando con una sensación de humillación y vulnerabilidad.
Mientras los investigadores continúan su trabajo, la fiscal de París, Laure Beccuau, ha expresado «pocas esperanzas» de que aún se puedan recuperar las joyas robadas. Exudaba cierto optimismo sobre los posibles resultados de la investigación y señaló que los próximos resultados del análisis podrían proporcionar pistas valiosas, especialmente si los sospechosos ya tienen antecedentes penales. Mientras tanto, el público espera más novedades mientras las autoridades se esfuerzan por restablecer la confianza en las medidas de seguridad del museo.



