En una campaña conmemorativa caracterizada por la relevancia histórica y la actual tensión política, el jefe del gobierno militar de Myanmar, el general Min Aung Hlaing, vivió el sábado la ceremonia del día del Martelaren en Aung San, un héroe de la independencia. Esta es la primera vez que Min Aung Hlaing, de 69 años, participa en este evento, porque el Ejército revocó al líder depositado Aung San Suu Kyi en febrero de 2021. La ceremonia se celebró mientras su gobierno se enfrenta a un creciente desafío interno, incluido el conflicto con grupos de oposición armados y la inminente celebración de las elecciones.
El día de los mártires, que recuerda el asesinato del permiso de San y otros miembros del gabinete en 1947, fue un evento importante en el calendario de Myanmar, aunque en los últimos años ha perdido fama bajo el régimen militar. Aung San fue asesinado a la edad de 32 años, solo unos meses antes de que el país alcanzara la independencia del dominio británico. Su legado se ha convertido en un símbolo de lucha por la libertad en Myanmar.
Suu Kyi, que no ha sido visto en público desde su arresto, estuvo ausente en la ceremonia por quinto año consecutivo. El líder, que actualmente está recibiendo una sentencia de prisión de 27 años, sigue siendo una referencia inalcanzable para sus seguidores, que opinan que los cargos en su contra son infundados y destinados a mantenerla alejada de la política.
Durante la ceremonia principal en el mausoleo del Martelaren, Ye Aung Dan, el hijo del hermano lejano de Suu Kyi. Acompañado por altos comandantes militares y miembros del consejo gobernante, Min Aung Hlaing dirigió la colocación de flores para las tumbas de los mártires. Mientras tanto, los ciudadanos en Yangon rindieron homenaje a los líderes de la independencia que hicieron vehículos de vehículos a las 10:37 a.m., lo que marcó el tiempo del ataque de asesinato en 1947. Al mismo tiempo, las manifestaciones se llevaron a cabo para la democracia en varias regiones del país.
La ley conmemorativa es solo cinco meses después de las elecciones que el gobierno militar ha planeado realizar antes de fin de año. Sin embargo, la comunidad internacional y los innumerables analistas creen que estas elecciones son un intento de identificar el golpe militar, con resultados que probablemente beneficiarán a los generales.
Desde el derrocamiento del gobierno de Suu Kyi, el conflicto ha aumentado considerablemente, lo que resultó en la muerte de alrededor de 6,974 personas, según las estimaciones de la Asociación de Asistencia para los Prisioneros Políticos. Esta organización también informa que más de 29,405 personas han sido arrestadas por las fuerzas de seguridad, aunque el régimen militar califica estas cifras demasiado.
El ejército, que actualmente parece controlar menos de la mitad del país, ha intensificado sus actividades para restaurar áreas en manos de los grupos de oposición antes de las elecciones, lo que sugiere que la crisis política en Myanmar sigue siendo crítica y complicada.