El más alto líder de Irán Ayatolá Ali Khamenei ha rechazado fuertemente la posibilidad de negociaciones directas con los Estados Unidos con respecto al programa nuclear del país. Esta actitud, transmitida en el estado de televisión iraní, probablemente salga de la esperanza de una resolución diplomática de última hora destinada a evitar la restauración de las sanciones de las Naciones Unidas contra Teherán. Khamenei caracterizó las conversaciones con los Estados Unidos como un «callejón sin salida», lo que sugiere que cualquier discusión es igual a una imposición en lugar de negociaciones reales. Afirmó que Estados Unidos había determinado el resultado por adelantado, lo que afirma que conduciría al cierre de las actividades nucleares de Irán y enriquecimiento.
Mientras Khamenei hizo sus comentarios, el presidente iraní Masoud Pezeshkian estaba en Nueva York para la reunión general de la ONU, donde el ministro de Relaciones Exteriores iraní, Abbas Araghchi, se reunió con diplomáticos de Francia, Alemania y Gran Britain. Estos países, además de la Unión Europea, han expresado una preocupación urgente por el programa nuclear de Irán, alentando al país a reanudar el diálogo con los EE. UU. Y a garantizar que la Agencia Internacional de Energía Atómica (OIEA) tenga acceso a todas sus ubicaciones nucleares, de acuerdo con sus obligaciones internacionales.
El trío de países europeos, llamado conjuntamente el E3, ha iniciado el mecanismo «snapback» llamado SO para restaurar las sanciones, dada el hecho de que Irán se adhiera a las disposiciones de un acuerdo nuclear de 2015. A pesar de las discusiones actuales, una resolución parecía poco probable antes de la fecha límite de inicio del sábado. Un diplomático francés, que habló bajo condición de anonimato, indicó que los líderes europeos tienen la intención de utilizar el tiempo restante para buscar una resolución.
El ministro de Relaciones Exteriores alemán, Johann Wadephul, también expresó escepticismo sobre las perspectivas de llegar a un acuerdo para el fin de semana y controlar las oportunidades como «extremadamente delgadas». Después de los comentarios de Khamenei, parece haber poco movimiento en la dirección de un compromiso. Sin embargo, el Ministerio de Asuntos Exteriores alemanes declaró que la participación diplomática continuaría existiendo, incluso si las sanciones entran en vigencia el domingo.
En un contexto relacionado, el presidente francés, Emmanuel Macron, enfatizó que la paz permanente en el Medio Oriente está en reducir el programa nuclear de Irán, lo que apunta a su disposición a cumplir con el presidente de Irán para discutir nuevas negociaciones.
Mientras tanto, los motores de Araghchi se estaban expandiendo en las discusiones con el Director General del OIEA, Rafael Grossi, también en Nueva York. A principios de este mes, Irán y el Waakhond nuclear de la ONU habían firmado un acuerdo que fue facilitado por Egipto, destinado a reanudar la cooperación e inspecciones, aunque la implementación de este acuerdo sigue siendo incompleta.
En julio, Pezeshkian firmó una ley que suspende toda cooperación con el OIEA después de una serie de conflictos, incluida una importante confrontación militar en la que Israel estaba involucrado. Los países europeos han indicado que podrían extender la fecha límite de las sanciones si Irán acepta liderar las negociaciones con los Estados Unidos y ofrecer acceso completo sobre las instalaciones nucleares.
Las sanciones inminentes que entran en funcionamiento el domingo congelarían los activos iraníes en el extranjero, detendrían las ventas militares con Teherán y suprimirían el desarrollo de cohetes balísticos, que empeoran la economía ya luchadora de la nación. Khamenei, en su largo discurso, aclaró que sus comentarios solo se centraron en los Estados Unidos, mientras que afirmó que Irán está insistiendo en la naturaleza pacífica de sus esfuerzos nucleares. Repitió que Irán no está buscando armas nucleares, a pesar de las sospechas occidentales con respecto a sus antiguas ambiciones nucleares militares.
En un discurso anterior en la ONU, el presidente de los Estados Unidos, Donald Trump, confirmó la importancia de contener amenazas de naciones como Irán, que enfatizó como un peligro considerablemente mundial debido a la proliferación de armas destructivas. Sin embargo, Khamenei respondió a las amenazas y afirmó que el conocimiento y las capacidades nucleares de Irán no podían erradicarse fácilmente por la acción militar.
En resumen, debido a que los canales diplomáticos parecen bloquear, las tensiones siguen siendo altas y la comunidad internacional está monitoreando de cerca cuando se acerca la fecha límite para las sanciones, de modo que el futuro del programa nuclear de Irán sigue siendo incierto.