Un gángster de 25 años, Balraj Singh Basra, ha sido condenado a cadena perpetua sin posibilidad de libertad condicional durante 25 años en relación con un notorio asesinato que tuvo lugar en un campo de golf de Vancouver. La sentencia, que se reveló después de que Basora fuera declarada culpable de asesinato en primer grado, se produce tras el tiroteo contra Vishal Walia, de 38 años, en el University Golf Club cerca de la Universidad de Columbia Británica el 17 de octubre de 2022.
Walia, también de ascendencia india, tenía vínculos con la banda de las Naciones Unidas pero, según informes, estaba alejado del grupo en el momento de su muerte. La novia de Walia estaba embarazada de cinco meses cuando él fue asesinado, lo que añadió un tono más sombrío a la tragedia.
Durante la sentencia, el juez Warren Milman de la Corte Suprema de Columbia Británica condenó el asesinato como un «asesinato estilo ejecución a quemarropa en un espacio público recreativo». El juez enfatizó la naturaleza premeditada del crimen, señalando cómo Basora y sus cómplices intentaron destruir pruebas poco después del tiroteo prendiendo fuego al vehículo de la fuga: un Audi A4 robado. El fuego se propagó rápidamente y fuera de control, poniendo en peligro las estructuras cercanas y a los miembros de la comunidad.
El juez Milman caracterizó las acciones de Basora como una demostración de un «cruel desprecio por la vida humana» y destacó el escalofriante detalle de que las dos pistolas utilizadas durante el asesinato, junto con la ropa usada ese día, fueron descartadas para ocultar rastros de su participación.
Además del cargo de asesinato en primer grado, Basora recibió una sentencia adicional de cinco años de prisión por incendio provocado, que debía cumplirse al mismo tiempo que la sentencia de asesinato. El juez señaló que el incendio en el coche de fuga planteaba riesgos importantes, ya que ponía en peligro un garaje cercano, una valla y un poste eléctrico.
Basora no fue el único que tuvo que enfrentarse a la justicia por este crimen. Además de él, otros dos hombres, Iqbal Kang y Deandre Baptiste, fueron arrestados menos de una hora después del asesinato de Walia. Siguió una persecución a alta velocidad que involucró a los sospechosos y la policía, que culminó en una dramática colisión con un vehículo de la Real Policía Montada de Canadá. Los jurados observaron imágenes de esta persecución durante el juicio posterior.
Kang se declaró culpable de homicidio involuntario y fue condenado a cadena perpetua sin posibilidad de libertad condicional durante 17 años. Baptiste, por su parte, se declaró culpable de conspiración para cometer asesinato y cumplirá 13 años de prisión.
La mañana del tiroteo fatal, Walia fue alcanzada por disparos en el estacionamiento del concurrido campo de golf, donde posteriormente se recuperaron 19 casquillos de bala. Antes del ataque, Basra, Kang y Baptiste fueron capturados por CCTV en un Walmart en Surrey, comprando artículos que supuestamente formaban parte de su complot. Los escalofriantes detalles que rodearon el asesinato continúan resonando en la comunidad, lo que subraya las preocupaciones actuales sobre la violencia relacionada con las pandillas.



