El fiscal general británico, Richard Hermer, ha pedido a Nigel Farage que se disculpe con antiguos compañeros de clase que le acusaron de hacer comentarios racialmente ofensivos durante sus días escolares. Hermer, una figura judía prominente en el gobierno, dijo que las negaciones de Farage parecen poco convincentes, especialmente teniendo en cuenta los emotivos testimonios de varias personas. Destacó que Farage no ha condenado públicamente el antisemitismo, lo que genera más preocupaciones.
En una entrevista reciente, Hermer señaló una investigación de The Guardian que descubrió acusaciones de más de una docena de antiguos compañeros de clase de Farage en Dulwich College, donde se detallaron varios incidentes de presunto comportamiento racista. Un ex compañero de clase dijo que un adolescente Farage se le acercó con declaraciones como “Hitler tenía razón” o “gaseamiento”, a veces imitando el sonido de las cámaras de gas. Otro estudiante de una minoría étnica afirmó que Farage lo había atacado, quien supuestamente se burló de él por su herencia mientras estaba rodeado de amigos.
Desde el informe inicial, alrededor de 20 excompañeros de clase se han presentado, confirmando acusaciones de comportamiento inapropiado e hiriente por parte de Farage durante su adolescencia. El líder de Reform UK ha negado firmemente haber actuado mal, afirmando que no ha incurrido en ningún comportamiento que pueda clasificarse como racista o antisemita y que las historias de sus antiguos compañeros de clase son inexactas.
Los comentarios de Hermer siguen a críticas anteriores del líder laborista Keir Starmer, quien describió a Farage como “cobarde” e insistió en que debería hacer acusaciones sobre sus acciones pasadas y comentarios sobre grupos minoritarios. Los críticos también han señalado que Farage no actuó contra la miembro del partido Sarah Pochin luego de sus comentarios racialmente insensibles sobre la representación en la publicidad, por los que luego se disculpó.
En su entrevista, Hermer reiteró que las diversas declaraciones de Farage sobre su comportamiento pasado no son creíbles. Destacó la importancia de abordar las preocupaciones de la comunidad judía y subrayó que el comportamiento ofensivo no es compatible con los valores británicos. Instó a Farage a asumir la responsabilidad por el dolor causado a las personas y pedir disculpas.
Además, en respuesta a las críticas en curso, Rachel Reeves también expresó la necesidad de que Farage abordara abiertamente sus declaraciones y comportamiento pasados, argumentando que el verdadero liderazgo le exigiría abordar temas difíciles en lugar de evitarlos.
Los representantes legales de Farage habían negado previamente las acusaciones en su contra y dijeron que nunca había tolerado el comportamiento racista. Sin embargo, en una entrevista posterior, Farage sugirió que sus comentarios pasados podrían interpretarse en un contexto moderno, pero afirmó que nunca tuvo la intención de lastimar a nadie.
La controversia en torno al pasado de Farage está ganando impulso y muchos piden una mayor responsabilidad y una postura más clara contra el racismo y el antisemitismo en el debate público.



