El estudio revela un estilo de vida simple y orientado a la comunidad conduce a una mayor felicidad en lugar del materialismo


Un estudio reciente realizado por investigadores de la Universidad de Otago, publicado en el Journal of Consumer Research, ofrece una nueva perspectiva sobre la relación entre riqueza y felicidad. Si bien los medios contemporáneos a menudo glorifican el estilo de vida multimillonario y el consumo extravagante, esta investigación defiende un enfoque más bien fundado para el bienestar, uno que enfatiza la simplicidad, la comunidad y la intención de la búsqueda despiadada de los activos materiales.

Los hallazgos centrales de la investigación muestran que las personas que adoptan un estilo de vida minimalista voluntario informan niveles más altos de felicidad y satisfacción de la vida. En lugar de distraer el cumplimiento de la adquisición de más bienes, estos individuos encuentran alegría en las conexiones humanas, experiencias significativas y participación en sus comunidades.

El estudio, en el que se investigaron a más de 1,000 neozelandeses de los cuales la mitad eran hombres y la mitad de las mujeres, con una edad media de 45 años y un ingreso familiar promedio de sugerencias de $ 50,000 que dan prioridad a las interacciones sociales que pueden mejorar significativamente el sentido de bienestar de una persona. Los investigadores han señalado explícitamente: «La investigación es clara que las actitudes en relación y las experiencias de los enfoques materialistas de la vida no conducen a un aumento de la felicidad o bien.

Dado que el consumo mundial de material interno ha aumentado en un 66% de 2000 a 2019, desde la década de 1970 y las impresionantes 95.1 mil millones de toneladas, las posibles implicaciones negativas para la salud mental y la sostenibilidad del medio ambiente están cada vez más claras. El estudio llama preocupación por cómo este impulso insaciable para la acumulación de material puede conducir a efectos nocivos, por lo que alienta una revaluación de nuestros hábitos de consumo para alinear la felicidad individual con las necesidades de salud planetarias más amplias.

Entonces, ¿cómo pueden las personas cambiar su enfoque? El concepto de simplicidad voluntaria surge como un tema central. No defiende una vida sin consuelo, sino para una reevaluación consciente de las prioridades. Al alejarse conscientemente de los impulsos materialistas, las personas pueden obtener más significado de sus elecciones de vida, lo que mejora la satisfacción y la felicidad.

Curiosamente, los hallazgos también indican que las mujeres están más inclinadas a contratar este estilo de vida más simple que los hombres. Aunque las razones de esta tendencia requieren más investigación, se puede vincular a los valores sociales y culturales que alientan a las mujeres a priorizar las relaciones y la calidad de vida sobre el éxito material. Por el contrario, los hombres, a menudo socializados para equiparar su valor con el estado y la riqueza material, pueden estar menos inclinados a seguir la simplicidad.

Estas ideas sobre los roles de género enfatizan cómo pueden formar nuestra comprensión de la felicidad y el éxito, lo que sugiere que las mujeres pueden descubrir un camino más auténtico para el cumplimiento basado en los valores humanos en lugar de los materiales.

Al final, el estudio subraya un mensaje crucial: la esencia de la felicidad puede no estar en reunir riqueza, sino más bien en adoptar una existencia más simple y más significativa. En un mundo donde la idea de que la riqueza es igual al éxito es omnipresente, es esencial cultivar una mentalidad que celebra experiencias y conexiones significativas sobre el consumo puramente, que rediseñan la alegría en el simple placer de la vida.



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