Un estudio internacional reciente dirigido por académicos de la Universidad de Aberystwyth argumenta que los marcos económicos obsoletos contribuyen considerablemente a la pérdida de la biodiversidad. La investigación, publicada en Actas de la Academia Nacional de CienciasLos proponentes de una perspectiva transformadora en la economía que enfatiza el valor intrínseco de la naturaleza como un sistema vivo. Este enfoque reconoce las profundas conexiones entre la naturaleza, la identidad humana, la cultura y el bien.
Los hallazgos están enraizados en la plataforma intergubernamental de las Naciones Unidas en el campo de la biodiversidad y la calificación de valor del ecosistema (IPBES), que promueve una mejor comprensión del valor de la naturaleza. El estudio subraya la importancia de los valores relacionales, como el patrimonio, la administración y las conexiones espirituales, en la influencia de las interacciones humanas con el mundo natural.
Según el autor principal Jasper Kenter, que se especializa en la economía ecológica deliberativa, la relación entre las personas y la naturaleza es versátil. Él dice: «No se trata solo de ecosistemas o recursos: la biodiversidad es nuestras comunidades, nuestra salud mental y física, nuestro sentido de lugar y conexión, nuestra espiritualidad». Kenter critica el pensamiento económico convencional y lo describe como exagerado estrecho y tecnocrático, lo que a menudo resulta en conflictos sobre el uso de la tierra y las prioridades de mantenimiento. Él enfatiza la necesidad de un cambio de paradigma para facilitar la toma de decisiones que refleja la realidad de las experiencias de las personas con la naturaleza.
El artículo presenta un nuevo marco que se llama «economía de biodiversidad relacional», que quiere integrar estos valores más amplios en procesos de toma de decisiones económicas. Este marco ofrece un método más inclusivo social para evaluar consideraciones complejas, como aquellas con producción de alimentos, vivienda, almacenamiento de carbono y conservación de la naturaleza.
El coautor profesor Mike Christie, quien también ocupa un puesto en la Aberystwyth Business School y copresidente de la evaluación de valores de IPBES de la ONU, refuerza la urgencia de reconsiderar la base de la toma de decisiones económicas. Afirma que detener la pérdida de biodiversidad va más allá de la economía; Se trata de redefinir la relación de la humanidad con el mundo natural. Al reconocer que las economías funcionan dentro de los marcos ecológicos, las sociedades pueden promover un futuro más resistente, más inclusivo y sostenible.
El estudio contribuye a una cantidad creciente de evidencia que defiende los cambios importantes en la forma en que la sociedad entiende y trata con la naturaleza, lo que sugiere que tal cambio puede ser crucial para revertir el declive continuo de la biodiversidad.