Un estudio reciente de Dartmouth ha identificado diferentes patrones en cómo las élites mundiales (multimillonarios, oligarcas y otros individuos bien para hacer) usan sistemas financieros en alta mar para encubrir sus activos e identidades. La investigación se centra en la interacción entre la calidad de la administración del país de origen de una élite y sus estrategias financieras en alta mar, publicadas en la revista PLoS One.
Los investigadores profundizan en el comportamiento de las élites en 65 países con la ayuda de datos de la base de datos de fugas offshore, esos catálogos de actividades financieras en alta mar, además del índice de reglas de derecho del Proyecto de Justicia Mundial. Debido a esta combinación, el equipo pudo analizar cómo los diferentes factores, como ocultar los activos y la elección de los centros en alta mar, se correlacionan con circunstancias políticas en su país.
Según Herbert Chang, el autor principal y maestra universitaria en Dartmouth, el estudio del aprendizaje automático y el análisis de redes sociales utilizados para distinguir los patrones en transacciones financieras en alta mar sin confiar en las opiniones subjetivas. La investigación reveló tres estrategias diferentes:
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Estrategia de confeti: Las élites de los regímenes autoritarios, donde la retribución política es una preocupación, a menudo divide su riqueza en innumerables áreas correctas en alta mar. Esta fragmentación tiene como objetivo minimizar el riesgo de incautación de activos.
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Estrategia oculta: Aquellos que provienen de países con derechos civiles débiles o legislación estricta sobre la incautación de activos generalmente usan estrategias para mantener el anonimato, preferiblemente en la lista negra de áreas correctas en alta mar. Los instrumentos como acciones y regulaciones nominadas a menudo se utilizan para encubrir la propiedad.
- Estrategia híbrida: Para las élites que se enfrentan con altos riesgos de corrupción o convulsión, es común una combinación de diversificación y ocultación. Este enfoque implica los riesgos inherentes a varios entornos financieros.
El coautor Brooke Harrington señaló que el estudio dio a conocer y enfatizó los patrones de comportamiento sistemáticos que incluso individuos de democracias muy transparentes, como Dinamarca y Austria-Hun, recurren a métodos complejos de confidencialidad financiera. Esta tendencia sugiere que el encanto de los mecanismos financieros en alta mar trasciende la mera evitación de los gobiernos corruptos.
Con respecto a los datos duros, el estudio enfatizó que un sorprendente del 70% al 90% de los activos en alta mar de las élites en países como Perú, Tailandia, Indonesia y Malasia se encuentran en las áreas de la ley de la lista negra a la ley. Las cifras de las élites de México, Brasil, Rusia, India y China, por otro lado, ascienden a alrededor del 30%.
La investigación está destinada a dar a los responsables políticos una idea de la dinámica de las actividades financieras en alta mar, que muestra que la mala gobernanza no estimula solo estas prácticas; La gobernanza sólida puede motivar a las élites a entablar una confidencialidad financiera.
En general, el estudio mejora la comprensión del mundo a menudo misterioso de las finanzas offshore, lo que provoca cómo el comportamiento de élite se forma por la calidad de su país de origen y se preocupa por las implicaciones financieras para los contribuyentes promedio.