Un estudio extenso con más de 6 millones de parejas de Taiwán, Dinamarca y Suecia ha presentado ideas intrigantes sobre la intersección de la salud mental y las relaciones románticas. La investigación, que se centró en diagnósticos psiquiátricos como depresión, miedo, TDAH, autismo, trastorno bipolar, trastorno obsesivo compulsivo (TOC), anorexia, esquizofrenia y trastornos del uso de sustancias, indica que las parejas tienen más probabilidades de compartir trastornos psicológicos similares.
El fenómeno, que se considera «apareamiento variable», sugiere que las personas a menudo seleccionan socios que muestran propiedades y experiencias de vida similares que se extienden incluso a problemas psicológicos. Aunque este concepto no es estudios de nueva reemplazo entre 1964 y 1985, investigó una dinámica similar, esta investigación marca el primer análisis intercultural a gran escala de su tipo.
Al usar datos nacionales de seguro de salud, los investigadores notaron que las parejas con al menos un miembro con una enfermedad psiquiátrica que a menudo comparten el diagnóstico con su pareja, en lugar de combinar a alguien que no está influenciado por tales trastornos. En particular, el análisis reveló una clara tendencia para que las personas con ciertos trastornos psiquiátricos se casen con los mismos diagnósticos o similares.
Sin embargo, los investigadores insistieron en la precaución al interpretar estos resultados. El estudio no documentó el momento de la formación de relaciones en relación con los diagnósticos, lo que abrió la posibilidad de que los diagnósticos hayan tenido lugar después de que las parejas hayan entrado en relaciones. Además, el impacto potencial de los prejuicios de los proveedores de atención, si los mismos médicos tratan a ambos socios, pueden influir en las cifras de diagnóstico y, por lo tanto, los hallazgos están sesgados.
El estudio enfatiza su naturaleza observacional y enfatiza la necesidad de considerar los factores subyacentes que pueden influir en por qué las personas con diagnósticos psiquiátricos se sienten atraídos entre sí. Varios conceptos psicológicos pueden aclarar esta tendencia:
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Apareamiento: Esta teoría establece que los individuos se sienten naturalmente atraídos por los socios que son similares a ellos mismos. Los hallazgos del estudio respaldan la idea de que las experiencias psicológicas compartidas pueden desempeñar un papel importante en la selección de socios.
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Vecindad: El mero efecto de exposición sugiere que las personas a menudo forman relaciones con aquellos en su entorno inmediato. Las personas que comparten condiciones psiquiátricas pueden estar en entornos sociales similares, lo que aumenta sus posibilidades de incorporar a socios potenciales que experimenten desafíos similares.
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Teoría del apego: Esta teoría indica que los vínculos emocionales tempranos con los proveedores de atención son la dinámica futura de relaciones. Las personas con estilos de apego similares, a menudo correlacionados con condiciones psiquiátricas específicas, pueden sentirse atraídas entre sí y promover relaciones intensas pero potencialmente insalubres.
- Teoría de la identidad social: Este concepto establece que la pertenencia a grupos sociales aumenta el respeto propio y promueve las conexiones. Las personas que sufren problemas psicológicos similares pueden sentir un concepto profundo y empatía entre sí, mejorando su vínculo emocional.
Aunque el estudio rico en ideas, no evalúa la calidad o la vida de las relaciones entre estas parejas, ni explica las variaciones individuales que también pueden desempeñar un papel importante en la dinámica de la relación. Los hallazgos subrayan la importancia de las experiencias compartidas, porque tener un socio que comprenda y comparta la lucha de salud mental de una persona puede ofrecer apoyo social y validación únicos que no están disponibles de las personas sin desafíos similares.
En conclusión, la investigación arroja luz sobre las complejas formas en que la salud mental influye en las conexiones románticas, lo que fortalece la idea de que las experiencias compartidas pueden promover la cercanía, la empatía y la comprensión mutua entre las parejas.