El Ejército de los EE. UU. Ha establecido un sorteo considerable de su presencia en Irak como parte de un acuerdo estratégico que se alcanzó con el gobierno iraquí el año pasado. Según este plan, cuyo objetivo es reducir el número de tropas estadounidenses dirigidas a las operaciones de control del terrorismo contra el grupo del Estado Islámico en alrededor del 20%, las tropas estadounidenses se retirarán de varias bases que se han establecido durante las casi dos décadas de participación militar en la región.
El portavoz del Pentágono, Sean Parnell, enfatizó esta transición en una declaración y afirmó que la reducción del personal militar es una consecuencia directa del «éxito combinado en la combinación de ISIS». Este desarrollo refleja cambios más amplios en el enfoque del ejército de los EE. UU. En el medio y enfatiza la transferencia de responsabilidades de combate de las fuerzas estadounidenses y de coalición a las tropas iraquíes que han recibido un amplio entrenamiento y apoyo en la última década.
Este sorteo en Irak será después de las reducciones anteriores de las tropas en Siria, donde el gobierno de Trump retiró alrededor de 600 tropas y dejó menos de 1,000 para ayudar a los aliados kurdos a luchar contra el Estado Islámico. A pesar de estas grabaciones, la amenaza de ISIS sigue siendo una preocupación, porque el grupo continúa llevando a cabo ataques fatales tanto en Irak como en Siria en medio de la inestabilidad regional constante.
Como parte de la reestructuración de las operaciones militares estadounidenses, las tropas estadounidenses se consolidarán principalmente a una base en Irbil, ubicada en la región kurda semiautónoma en el norte de Irak. Después de la redistribución, se espera que menos de 2,000 miembros del servicio estadounidense permanezcan en Irak, una disminución significativa en comparación con los actualmente más de 2500. Este número de tropas es sorprendentemente más bajo que las aproximadamente 20,000 tropas estacionadas en Iraq hace diez años.
Un oficial superior de seguridad iraquí, que habló sobre la condición de anonimato, confirmó que las tropas estadounidenses ya han comenzado el proceso de retirada de otras zonas operativas, incluidas Bagdad y la base aérea de Ain Al-Asad en West Iraq. Este funcionario señaló que solo un número mínimo de asesores continuará trabajando en el Centro de Comando Conjunto.
En sus comentarios, Parnell enfatizó la importancia de mantener una estrecha coordinación con las autoridades iraquíes y los socios de la coalición para garantizar una «transición responsable» en el cable de dibujo. El primer ministro iraquí, Mohammed Shia al-Sudani, indicó en una entrevista reciente que se espera que las discusiones tengan lugar hacia el final del año para refinar aún más la relación de seguridad bilateral entre los Estados Unidos e Irak. El oficial de alta defensa confirmó que las tropas iraquí ahora están preparadas para abordar las amenazas existentes del Estado Islámico en el país.