Al menos 15 personas han perdido la vida trágicamente, con otras 18 heridas, después de un descarrilamiento catastrófico del popular automóvil ferroviario de Funiculs Gloria de Lisboa. Un portavoz del Servicio Médico en emergencias confirmó las muertes, incluidos algunos extranjeros, pero las autoridades aún tienen que liberar la identidad o las nacionalidades de las víctimas. Entre los heridos, hay cinco personas en estado crítico.
El alcalde Carlos Moedas de Lisboa expresó una profunda tristeza sobre el incidente y lo describió como un «día trágico para nuestra ciudad». Transfirió condolencias genuinas a las familias de las víctimas al tiempo que subraya el duelo colectivo que experimenta la capital.
Los equipos de emergencia trabajaron rápidamente en la ubicación del accidente, con informes que indican que el teleférico tuvo un accidente grave alrededor de las 6 pm, coincidiendo con la hora pico de la noche. La evidencia visual de la escena mostró el claro tranvía amarillo-blanco que se encontraba de lado, parcialmente desmenuzado después de la colisión con un edificio con una fuerza importante, según los informes, debido a la falla del freno.
Los informes de testigos oculares describen escenas alarmantes como el teleférico sin control a través de la calle empinada. Una testigo, Teresa D’Avó, contó sobre el miedo experimentado por los pasajeros y los agitados esfuerzos de los espectadores para ayudar a las víctimas. Ella notó que inicialmente se apresuraron a ayudar, pero cuando se dieron cuenta del carácter del tranvía, huyeron para evitar que fueran golpeados.
Las autoridades informaron que todas las víctimas finalmente fueron recogidas del naufragio, con operaciones de rescate que se cerraron después de aproximadamente dos horas. Después de este sombrío incidente, se inició una investigación sobre las causas del accidente, aunque los detalles específicos sobre el mal funcionamiento mecánico siguen sin estar claros.
Los condominios se han derrumbado de varios funcionarios, portugueses, incluido el presidente Marcelo Rebelo de Sousa y el presidente Ursula von der Leyen de la Comisión Europea, quienes expresaron su dolor por el descarrilamiento del impulso histórico de la gloria.
El teleférico, que comenzó en 1885, sirve como una conexión de transporte esencial entre el centro de Lisboa y el animado Distrito Bairro Alto, visitado por la población y los turistas locales. Conocido como el Elevador da Glória, el teleférico puede albergar a más de 40 pasajeros y transportar alrededor de 3 millones de personas anualmente.
El operador de transporte Carris confirmó que se habían cumplido todos los protocolos de mantenimiento, incluidas inspecciones y mantenimiento regulares. Sin embargo, los trágicos eventos de la noche han arrojado una sombra oscura sobre este preciado monumento. Los funcionarios de la comunidad y la ciudad se quedan con las secuelas y la pérdida de vidas a medida que los exámenes continúan en la causa de este desgarrador accidente.