En una entrevista reciente con Xtra, Jacob Tierney, creador de la nueva serie dramática de deportes queer de HBO, “Heated Rivalry”, habló sobre el proceso de casting y la importancia de la autenticidad en la narración. Cuando se le preguntó sobre la sexualidad de las estrellas del programa, Hudson Williams y Connor Storrie, Tierney enfatizó que sus identidades reales son secundarias a su entusiasmo por los papeles.
Tierney dijo: “No creo que haya ninguna razón para entrar en ese tipo de cosas. No puedes hacer preguntas como esas cuando haces un casting, ¿verdad? En realidad, es ilegal”. Además, enfatizó la importancia de la pasión al elegir actores, y señaló que la pareja demostró un fuerte compromiso para aportar autenticidad a sus personajes y a la historia. “Entraron en esta criatura pensando: ‘Sí, estamos aquí para hacer esto’”, dijo, elogiando su capacidad para ofrecer una actuación convincente.
El programa está protagonizado por Williams como Shane Hollander y Storrie como Ilya Rozanov, dos prometedores jugadores de hockey cuya intensa rivalidad sobre el hielo se convierte en una relación romántica fuera del hielo. Williams habló recientemente con Out Magazine sobre la química que comparte con Storrie y destacó una “autenticidad intensa e inesperada” que se destacó durante las audiciones.
Al reflexionar sobre la experiencia del casting, Williams reveló: “Leí con otro posible Ilya y estuvo bien. Pero algo en Connor… había un factor X inexplicable que parecía más realista de lo que pensaba”. Esta química palpable creó un momento memorable durante las audiciones del que Tierney se rió.
Recordó que Williams dijo: “El otro chico era bueno, pero Connor sentía que me iba a inmovilizar y follarme”. Este comentario sincero resonó en Tierney, quien se sintió seguro de su elección de reparto después de escucharlo.
Mientras “Heated Rivalry” se prepara para su lanzamiento, aumentan las expectativas para una serie que no solo explora las complejidades del amor y la rivalidad en el mundo de los deportes, sino que también pretende presentar auténticas historias queer. La dinámica entre Williams y Storrie, junto con la dedicación de Tierney a contar historias reales, sugiere que el público puede esperar una inmersión convincente en temas de pasión, identidad y conexión en un entorno inesperado.



