Un alto funcionario en Florida ha indicado que la controvertida instalación de detención de inmigración dirigida por el estado, a menudo conocida como ‘Alcatraz’, pronto podría estar vacía en los Everglades. Un intercambio de correo electrónico mostró que Kevin Guthrie, el director ejecutivo de la División de Manejo de Emergencias de Florida, declaró el 22 de agosto al rabino Mario Rojzman que la instalación probablemente vería a su población cero en unos pocos días. Esta declaración implica una necesidad decreciente de ciclos de capellanes en el sitio. Rojzman confirmó, junto con el Asistente Ejecutivo en Comunicación, la autenticidad de los correos electrónicos.
Durante un evento de prensa en Orlando, el gobernador Ron DeSantis discutió preguntas sobre el número decreciente de prisioneros en la instalación, lo que atribuye un aumento en las deportaciones que han sido facilitadas por el Departamento de Seguridad Nacional (DHS). Mientras estaba en la ocupación del Estado en trivializado, los abogados federales afirmaron que las decisiones con respecto a la detención en la instalación fueron influenciadas principalmente por la agencia estatal en lugar de la política federal.
El centro de detención, que fue construido dentro de un período de dos meses y diseñado para mantener un máximo de 3.000 personas, una vez albergó a casi 1,000 prisioneros. Las estimaciones actuales ahora sugieren que según el representante estadounidense Maxwell Frost, quedan entre 300 y 350 detenidos. Además, los informes indican que al menos 100 prisioneros habían sido deportados desde que se abrió la instalación, en la que otros se trasladaron a diferentes lugares.
La reciente noticia sobre el posible vaciado de la instalación corresponde al mando de un tribunal federal que está obligado a detener las actividades, por lo que el último prisionero es liberado por una fecha límite fija a fines de octubre. El estado apeló contra esta decisión y los funcionarios federales han pedido al juez de distrito que suspenda la orden mientras se procesa la profesión, con el argumento de que el dormitorio adicional en la instalación de Everglades es esencial debido al hacinamiento en otros lugares.
La oposición contra la instalación ha sido considerable, en particular de los grupos ambientalistas y la tribu Miccosukee, que desafió la legalidad de las operaciones en el sitio. Estos grupos afirman que la instalación pone en peligro los delicados ecosistemas dentro de los Everglades y socava las extensas inversiones en los esfuerzos de reparación ambiental.
Según la directiva del juez, la disminución esperada de la población de la instalación permitiría la posterior eliminación de infraestructura, como pantallas e iluminación. Han surgido casos legales que reclaman problemas graves en el sitio, incluidos los prisioneros que están detenidos sin cargos, falta de atención médica y condiciones de vida insalubres caracterizadas por plagas de insectos e instalaciones insuficientes.
Si bien la situación se desarrolla, sigue siendo incierto cómo tendrá lugar la lucha legal y el destino operativo del «cocodrilo Alcatraz» en los próximos días.