En un giro sorprendente durante su campaña para el Senado, Graham Platner reconoció públicamente que está tatuado con un símbolo ampliamente asociado con la imaginería nazi. El candidato demócrata intentó restar importancia a las implicaciones del tatuaje, atribuyéndolo a lo que describió hace años como una escapada de borracho durante su servicio en la Marina. Esta revelación se suma a una serie de controversias recientes en torno a Platner, quien ha enfrentado reacciones violentas por una serie de comentarios controvertidos en línea, incluidos comentarios que restan importancia a la agresión sexual en el ejército.
La situación de Platner refleja una tendencia más amplia entre los candidatos políticos, especialmente dentro del Partido Demócrata, que están navegando por las aguas turbias de transgresiones pasadas. Esto estuvo marcado por su negativa a dar un paso atrás a raíz de revelaciones dañinas, una táctica que recuerda el enfoque controvertido del expresidente Donald Trump, que reformó las normas políticas en torno a la rendición de cuentas.
La investigación se intensificó después de que se supo que Platner había hecho anteriormente comentarios despectivos sobre agresiones sexuales militares, así como críticas a varias comunidades. En respuesta, Platner publicó un vídeo de disculpa en el que caracterizaba sus puntos de vista anteriores como reflejo de una falta de exposición que atribuía a su experiencia militar. Lamentó los comentarios que hizo entre 2013 y 2021, que, según dijo, no representan quién es él hoy.
En una entrevista, Platner abordó no sólo sus comentarios problemáticos, sino también el tatuaje que se hizo mientras estaba destinado en Kosovo en 2007. Describió el tatuaje como una elección imprudente hecha durante una noche de fiesta con otros marines, alegando que habían elegido el diseño sin darse cuenta de su oscuro contexto histórico. Sin embargo, la Liga Antidifamación identificó el tatuaje como un símbolo específico de las SS nazis, lo que complicó aún más la defensa de Platner, ya que siguió una importante reacción de los grupos de defensa y los medios de comunicación.
Aunque Platner insistió en que no tenía vínculos con la ideología nazi y se llamó a sí mismo «no un nazi secreto», un ex asistente de campaña sugirió que ya debería haber sido consciente de las implicaciones del tatuaje. La comunidad política sigue dividida y algunos se han unido a Platner, incluido el respaldo importante de figuras como el senador Bernie Sanders, quien expresó confianza en su candidatura.
A medida que cambia la dinámica política, muchos observadores están notando el impacto que las normas contemporáneas, definidas en gran medida por la resistencia de Trump a las críticas, han tenido en las respuestas de los candidatos a pasados escandalosos. La situación de Platner es emblemática de un discurso más amplio sobre cómo los candidatos demócratas perciben y responden a la controversia, en un panorama donde la campaña se trata cada vez más de soportar el escrutinio en lugar de renunciar a él.
En medio de este clima político en evolución, Platner sigue siendo un punto focal en la carrera por el Senado de Maine. Se postula contra la gobernadora Janet Mills, quien también compite por la nominación demócrata para desafiar a la actual senadora republicana Susan Collins en las próximas elecciones.