El rapero y cantautor puertorriqueño Bad Bunny ha experimentado un rápido aumento en popularidad en los últimos años, acumulando una riqueza considerable y numerosos premios de la industria musical. A partir de 2022, Forbes informó que su patrimonio neto ascendía a la friolera de 88 millones de dólares, mientras que Celebrity Net Worth ofrece una estimación más conservadora de alrededor de 50 millones de dólares. A pesar de estas discrepancias, está claro que Bad Bunny, cuyo nombre real es Benito Antonio Martínez Ocasio, es una fuerza formidable en el mundo del entretenimiento.
Su inmensa popularidad se destaca aún más por su reciente anuncio como cabeza de cartel del espectáculo de medio tiempo del Super Bowl en febrero de 2026, lo que marca un hito importante en su carrera. En 2022, hizo historia como el primer artista de habla hispana en encabezar Coachella, solidificando su impacto en la escena musical mundial. Además, fue reconocido como Artista del Año de Apple Music ese mismo año.
El éxito de streaming de Bad Bunny no tiene precedentes, convirtiéndose en el primer artista en ser el artista con más reproducciones de Spotify durante tres años consecutivos, con la asombrosa cifra de 18,5 mil millones de reproducciones grabadas solo en 2022. Su influencia ha llevado a un crecimiento notable en los géneros Reggaeton y Latin Trap, aumentando la audiencia en un 147% y 187% respectivamente entre 2018 y 2020.
La mayor parte de la riqueza de Bad Bunny proviene de sus giras mundiales que batieron récords. Su gira de 2022, “El Último Tour Del Mundo”, reportó casi $117 millones en ventas de entradas, lo que la convierte en la gira de mayor recaudación de un artista latino en la historia de Billboard Boxscore. Su segunda gira de ese año, ‘The World’s Hottest Tour’, recaudó la friolera de 314 millones de dólares, elevando sus ganancias combinadas de ambas giras a 435 millones de dólares, una hazaña sin precedentes que lo coronó como el artista con mayores ganancias en un solo año, según Pollstar.
Después de un impresionante 2022, Bad Bunny continuó llamando la atención con su “Most Wanted Tour” en 2024, que contó con 49 espectáculos con entradas agotadas en Norteamérica y recaudó más de 210 millones de dólares. Esto se complementó con una residencia de 31 espectáculos en su ciudad natal de San Juan en el verano de 2025, vendiendo casi 500.000 entradas. El final de la residencia, transmitido en vivo a través de Amazon Music y Twitch, rompió récords de transmisión y coincidió con el aniversario del huracán María.
Los negocios de Bad Bunny se extienden más allá de la música. Ha forjado lucrativas asociaciones con marcas como Adidas, Cheetos y Corona. En 2023, lanzó una colaboración de zapatillas con Adidas y continuó ampliando el alcance de su marca a través de apariciones comerciales, incluido un anuncio de Pepsi de 2023 con su canción «Where She Goes». Su influencia en la moda se destacó aún más cuando copresidió la Met Gala 2024 y protagonizó una campaña de Gucci junto a Kendall Jenner.
Además de su carrera musical, Bad Bunny también se ha aventurado en el mundo de la lucha libre profesional, ganando aproximadamente 100.000 dólares por aparición en la WWE. Llegó a los titulares en mayo de 2023 al derrotar al luchador Damian Priest en un combate memorable, marcando su primera victoria individual en el ring.
Ampliando su repertorio artístico, Bad Bunny también se ha consolidado como actor. Su debut cinematográfico se produjo con un papel en el éxito de taquilla “Bullet Train”, que recaudó 231 millones de dólares en todo el mundo. Sus próximos proyectos incluyen películas notables como ‘Happy Gilmore 2’ y ‘Caught Stealing’, cuyo estreno está previsto para 2025.
En el ámbito empresarial, Bad Bunny es copropietario del equipo de baloncesto puertorriqueño Los Cangrejeros de Santurce y lanzó un restaurante de carnes de inspiración japonesa en Miami en asociación con el empresario David Grutman. Sus proyectos inmobiliarios incluyen compras de alto perfil en Los Ángeles, como una casa de 8,8 millones de dólares y una segunda propiedad comprada a la cantante Ariana Grande por 8,3 millones de dólares.
Mientras Bad Bunny continúa rompiendo barreras y expandiendo su influencia en todas las industrias, su trayectoria promete inspirar a artistas emergentes y establecer nuevos puntos de referencia en la industria del entretenimiento.



