Los astrónomos que estudian la corona del sol, un aspecto crucial de la heliófísica, se les ha dado una herramienta innovadora debido a los esfuerzos de la Agencia Espacial Europea. Tradicionalmente, estos investigadores se basaban en eclipses solares para observar la corona del sol, que generalmente se oscurece por el intenso brillo del sol. Sin embargo, los eclipsen son escasos y, por lo general, solo llevan unos minutos, aparecen en caminos estrechos de todo el mundo, lo que los convierte en un desafío para estudiar.
Para superar esta limitación, la agencia Proba-3 desarrolló y lanzó una nueva sonda diseñada para simular artificialmente eclipses solares. Esta misión innovadora incluye dos naves espaciales: una se acerca al sol para bloquear su luz brillante, mientras que la otra, equipada con una cámara, registra imágenes del efecto de sombra resultante, relacionados con un eclipse solar natural.
El logro técnico para mantener dos naves espaciales en la independencia, pero exactamente alineado es un logro importante en sí mismo. Proba-3 sirve como una prueba para futuras misiones que requieren tecnología avanzada para maniobras satelitales, como amarre o desorbitar con satélites perjudiciales o usar telescopios potentes con componentes lejos de sus espejos ópticos más importantes.
Los dos satélites de Proba-3 órbita de la Tierra en Heights, lanzados en 2024, que van desde alrededor de 372 millas (600 kilómetros) a más de 37,282 millas (60,000 kilómetros), que es aproximadamente un sexto desde la distancia a la luna. Cruzaron sus trabajos con velocidades impresionantes, entre 5,400 millas por hora (8,690 kilómetros por hora) y una impresionante 79,200 mph (127,460 km / h). A pesar de estas altas velocidades, los satélites pueden organizar sus posiciones de forma autónoma, con una separación de aproximadamente 492 pies (150 metros), una distancia más larga que un campo de fútbol típico, mientras que permanece de acuerdo con un notable margen de un milímetro.
Debido a esta precisión excepcional, pudo capturar imágenes de la corona del sol en junio de 2025. Además de proporcionar información sobre la estructura del sol, la misión Proba-3 también se centra en los fenómenos del clima espacial. Observa las partículas ricas en energía que son expulsadas por el Sol, que pueden influir en la Tierra al producir auroras impresionantes, pero también forma riesgos para los satélites en un trabajo. Se espera que la información recopilada por Proba-3 mejore la comprensión científica de la actividad solar y mejore las predicciones con respecto a las condiciones climáticas espaciales potencialmente peligrosas, lo que proporciona protección para tecnologías sensibles que se encuentran con un trabajo.