Un grupo de delfines en Shark Bay, Australia, ha sido objeto de un estudio fascinante que revela su innovadora tecnología de caza con la ayuda de ponores marinos. Estos mamíferos marinos inteligentes usan esponjas que se colocan en la punta de su hocico, como una herramienta para protegerse contra rocas afiladas mientras buscan pescar en el fondo arenoso del mar. Este método de caza, que parece una «nariz de payaso», no solo es efectivo, sino que también es un monstruo claro de la transferencia cultural de habilidades entre generaciones.
Un estudio reciente publicado en Royal Society Open Science Magazine ha enfatizado la complejidad de este comportamiento. La caza con una esponja en el hocico interfiere con la capacidad de reflejar los delfines nasales de la botella, una habilidad que les permite emitir sonidos y escuchar los ecos. Ellen Rose Jacobs, bióloga marina de la Universidad de Aarhus y co -autor del estudio, explicó que el uso de esponja actúa como un «silenciador», lo que dificulta la búsqueda de los ecos que les ayudan a cazar.
Jacobs llevó a cabo estudios en el hábitat de estos delfines con la ayuda de un micrófono submarino para verificar que, a pesar de las dificultades causadas por las esponjas, los delfines mantuvieron su capacidad de ubicación de ultrasonido. Además, modeló cómo se distorsionan las ondas de sonido cuando están influenciadas por esponjas.
La técnica de caza con esponjas no solo es fascinante, sino también muy eficiente. Según Mauricio Cantor, biólogo de Marien de la Universidad Estatal de Oregon, la caza con ojos conectados hace que esta práctica sea excepcionalmente desafiante. Esto puede explicar por qué solo alrededor del 5% de los delfines en Shark Bay muestran la posibilidad de usar esponjas, que según Jacobs es equivalente total a alrededor de 30 delfines.
Boris Worm, un ecólogo marino de la Universidad de Dalhousie, indicó que esta técnica fue transferida de la madre a la reproducción, a menudo en un período de tres a cuatro años en el que los jóvenes observan y aprenden de sus madres. Janet Mann, coautora y bióloga marina de Georgetown, enfatizó que el arte de la caza con esponjas es una habilidad que continúa de generación en generación, que subraya la rica cultura de estos delfines.
Este estudio no solo destaca la complejidad del comportamiento de caza de los delfines, sino que también enfatiza la rica vida social y cultural que existe entre estos seres. La investigación continúa revelando más sobre la inteligencia y la adaptabilidad de los delfines y ofrece una nueva perspectiva sobre la vida marina en Shark Bay.