En una aparición reciente en un podcast, Dana White habló sobre su controvertida relación con el ex campeón de peso pesado de UFC Francis Ngannou, pintando una imagen que contrasta marcadamente con la personalidad pública del luchador. Ngannou, quien alguna vez cautivó a los fanáticos con su meteórico ascenso desde la calle hasta el estrellato de UFC, ahora es acusado por White de ser alguien completamente diferente detrás de escena.
La ruptura entre White y Ngannou se convirtió en un incidente notable en las oficinas de UFC cuando Ngannou confrontó a White por la falta de un bono posterior a la pelea. Después de una pelea victoriosa, Ngannou supuestamente no estaba contento por no recibir el bono habitual de 50.000 dólares. White contó cómo estalló una discusión en su oficina, durante la cual Ngannou supuestamente se volvió agresivo y presionó físicamente a White. “Le dije: ‘Amigo, quita las manos de mí’”, recordó White. Esta confrontación llevó a White a revelar cuál cree que es el verdadero carácter de Ngannou.
Las acusaciones no terminaron ahí. White informó además que Ngannou tuvo un episodio de confrontación similar con Hunter Campbell, director comercial de UFC. Según White, Ngannou agarró a Campbell por el cuello durante una negociación y exigió más discusiones sobre cuestiones contractuales. «Este tipo no es un buen tipo», dijo White inequívocamente, sugiriendo un patrón de comportamiento consistente.
Las preocupaciones sobre la actitud de Ngannou se remontan a varios años, especialmente en torno a su pelea por el título contra Stipe Miocic en 2018. White compartió un recuerdo de ese momento, describiendo cómo Ngannou, confiado en su inminente victoria, exigió con indiferencia un avión privado a París como parte de los planes de su partido. Después de que Ngannou sufriera una derrota significativa en ese partido, White lamentó no haber rescindido el contrato de Ngannou después de presenciar lo que describió como un comportamiento perturbador.
A pesar de las frustraciones vocales de White, no actuó según su impulso de liberar a Ngannou al principio de su carrera, ya que su equipo de emparejamiento lo desaconsejó. “Cuando alguien te muestra quién es, créele”, dijo White, reflexionando sobre esos momentos.
La culminación de esta relación fracturada se produjo durante las negociaciones contractuales tras la primera defensa del título de Ngannou contra Ciryl Gane. En medio de las negociaciones para un nuevo acuerdo, Ngannou buscó la oportunidad de competir en el boxeo además de sus compromisos con UFC e hizo varias otras demandas. Al final, Ngannou optó por dejar UFC y firmar un acuerdo con la Professional Fighters League (PFL).
Los sentimientos de White al respecto parecen decididos, afirmando: «Francis Ngannou es un mal tipo… Es un mal tipo». White cuestionó la imagen amigable de Ngannou con los medios y las afirmaciones sobre las barreras del idioma, insistiendo en que su asociación con Ngannou ha revelado un lado mucho más oscuro del luchador. Ahora con un nuevo contrato bajo la PFL y expresado interés en un combate de boxeo de alto perfil contra Jon Jones, White sugirió que los nuevos equipos directivos de Ngannou podrían arrepentirse de su decisión de contratarlo, reiterando sus propias creencias sobre el carácter de Ngannou.



