El ejército surcoreano confirmó que Corea del Norte lanzó varios misiles balísticos el miércoles, y que, según se informa, los proyectiles fueron disparados desde una zona al sur de Pyongyang. Estos misiles fueron observados volando en dirección noreste cubriendo una distancia de aproximadamente 350 kilómetros. El primer ministro japonés, Sanae Takaichi, afirmó que los misiles no alcanzaron aguas territoriales japonesas, subrayando la tendencia de Corea del Norte a probar sus capacidades misilísticas en las aguas que separan la península de Corea y Japón.
La ofensiva marca el primer lanzamiento de misiles balísticos de Corea del Norte desde junio, poco antes de la cumbre del Foro de Cooperación Económica Asia-Pacífico (APEC) en Corea del Sur del 30 de octubre al 1 de noviembre. Se espera que asistan a la cumbre líderes de varios países, entre ellos el presidente estadounidense Donald Trump, el presidente chino Xi Jinping y el presidente surcoreano Lee Jae-myung. Sin embargo, los funcionarios surcoreanos han indicado que es poco probable que el presidente Trump participe.
La próxima cumbre atraerá a representantes de 21 países, además de líderes empresariales influyentes como el director ejecutivo de Nvidia, Jensen Huang. Los observadores especulan que este último lanzamiento de misil podría ser un precursor de nuevas acciones provocativas por parte de Corea del Norte antes y durante la reunión de APEC, lo que complicaría el acercamiento diplomático de Corea del Sur hacia el Norte. El presidente Lee Jae-myung había pedido anteriormente “una nueva era de coexistencia pacífica” durante su discurso ante la Asamblea General de la ONU el año pasado.
Las Naciones Unidas aún no han reconocido formalmente a Corea del Norte como un Estado con armas nucleares, a pesar de que el país demuestra capacidades nucleares. Desde la perspectiva de Corea del Norte, perseguir el desarrollo nuclear es esencial para abogar por el levantamiento de las sanciones internacionales. Estados Unidos ha presionado constantemente para que se reanuden las discusiones diplomáticas encaminadas al desarme nuclear. Sin embargo, el líder norcoreano Kim Jong Un ha insistido en que el país está abierto al diálogo siempre y cuando Estados Unidos abandone su objetivo de un desarme nuclear completo.