Un contratista que trabaja en la central nuclear de Palisades, en el oeste de Michigan, sufrió un grave incidente el 21 de octubre al caer en una cavidad llena de agua con borato durante las operaciones de recarga de combustible en curso en la instalación. Esta cavidad, ubicada dentro del reactor y el área de contención, se utiliza para la moderación y el control nuclear.
Según un informe del Comité Regulador Nuclear de Estados Unidos (NRC), el contratista no sólo se cayó, sino que también tragó parte del agua contaminada. Holtec International, el propietario de la fábrica, confirmó que el contratista anónimo fue rápidamente descontaminado y llevado a la sala de emergencias por lo que se describió como lesiones médicas menores.
Después del incidente, los niveles de radiación se midieron a 300 cuentas por minuto (cpm) en el cabello del contratista, una cifra seis veces mayor que el nivel típico de radiación de fondo. La NRC utiliza este porcentaje de recuento como punto de referencia para detectar contaminación, siendo 300 cpm el umbral que indica una contaminación potencial.
En una declaración a MLive, un portavoz de la planta dijo: «Mientras realizaba trabajos en el edificio de contención, un contratista de Palisades cayó en una piscina cerca del reactor que contenía agua limpia con borato». Sin embargo, esta agua contiene aditivos e impurezas microbianas, lo que la hace no apta para el consumo, a pesar de la designación de «limpia». Las impurezas radiológicas presentes pueden variar de insignificantes a moderadas, lo que genera preocupaciones de seguridad.
A pesar del incidente, el contratista habría regresado a trabajar, aunque los activistas antinucleares han expresado su preocupación, afirmando que el evento subraya la naturaleza apresurada de las operaciones en la planta de Michigan. El hecho de que el incidente haya ocurrido tan poco después de que la NRC concediera a la planta el estado operativo en agosto se suma a las preocupaciones en torno a los protocolos de seguridad en la planta.
Ubicada junto a la costa del lago Michigan, Palisades cerró anteriormente en mayo de 2022 antes de ser comprada por Holtec International en junio del mismo año. El incidente marca un momento significativo ya que es el primer reactor comercial que se reinicia después del desmantelamiento, lo que subraya su historia como uno de los reactores nucleares más antiguos del país, plagado de fallas de equipos y problemas de confiabilidad.



