A medida que se acerca la temporada de gripe, los expertos en salud enfatizan la importancia de la preparación antes y después de ser vacunadas. No solo es crucial recibir la vacuna contra la gripe, especialmente en el otoño cuando el virus generalmente aparece nuevamente, sino que algunas personas que consumen su vacunación consumen significativamente influir significativamente en su pozo general.
Las estadísticas muestran que cada año en los Estados Unidos alrededor de 46 millones de personas de gripe estacional, con la gravedad de los síntomas que varían mucho. Jonathan Yadlosky, MD, enfatiza la efectividad de la vacuna contra la gripe en combinación con otras medidas preventivas, como el lavado de manos regular, donde esta combinación se describe como esencial para combatir la enfermedad altamente contagiosa. Se recomienda que todos de seis meses o más reciban la vacuna anualmente, según Patricia A. Stinchfield, RN, MS, CPNP. Este esfuerzo de inmunización colectiva no solo protege la salud individual, sino que también crea seguridad para familias, colegas y comunidades, especialmente durante las reuniones de vacaciones ocupadas.
Para aquellos que están preocupados por la incomodidad potencial después de la vacuna, los expertos recomiendan diferentes estrategias para mejorar la experiencia de alguien. La nutricionista Roxana Ehsani, RD, CSSD, alienta a las personas a aceptar hábitos más saludables antes de su cita de vacunación.
Consejos para la previa vacunación
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Hidratar adecuadamente: El aumento de la ingesta diaria de agua en alrededor de 16 gramos puede ayudar. Mantenerse hidratado es crucial para mantener la salud general y es particularmente favorable para prevenir la fiebre, un efecto secundario común de las vacunas. La Dra. Stinchfield sugiere una hidratación intencional: métodos que usan una botella de agua reutilizable o transmiten agua con frutas o hierbas para facilitar el consumo de alcohol.
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Alimentos inflamatorios: La absorción de alimentos que son ricos en propiedades antiinflamatorias no solo ayuda en la salud inmune, sino que también puede ayudar a aliviar la inflamación posterior al disparo. Una dieta rica en frutas, verduras, granos completos, grasas saludables y proteínas magras puede apoyar la inmunidad general y posiblemente reducir los riesgos de enfermedades crónicas, como sugiere Ehsani.
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Comidas equilibradas: Mezclar frutas y verduras coloridas en las comidas diarias es una forma simple pero efectiva de garantizar la diversidad de los nutrientes: ayudar a fortalecer la respuesta inmune. Ehsani señala que muchos estadounidenses fallan en su ingesta de frutas y verduras, que son la clave para mantener la salud.
- Tomar un bocadillo: Para aquellos que experimentan ansiedad durante las vacunas, puede tener un refrigerio y ayudar a un poco de agua por adelantado. Stinchfield aconseja preparar un refrigerio nutritivo para llevar a la cita.
Cuidado posterior a la vacunación
Después de recibir la vacuna contra la gripe, mantener la hidratación es crucial. Yadlosky explica que una ingesta equilibrada de líquidos y nutrientes respalda la respuesta del sistema inmunitario a la vacuna. Después del tiro, las personas deben esforzarse por consumir agua extra durante unos días para reducir los posibles dolores de cabeza o incomodidad.
Además, la grabación de alimentos con muchos prebióticos y probióticos, como yogurt y bienes fermentados, puede mejorar la efectividad de la vacuna y apoyar la salud intestinal, según la nutricionista Lauren Manaker. En el caso de náuseas leve, otro efecto secundario potencial, se recomiendan alimentos simples y fácilmente digeribles, como galletas y plátanos.
Los expertos aconsejan continuar con hábitos saludables que van mucho más allá de la vacunación, fortaleciendo cómo las elecciones positivas de alimentos y las prácticas de bienestar respaldan tanto la función inmune como la salud general, especialmente durante la temporada de frío y gripe. Es esencial recordar que, aunque la vacuna contra la gripe ofrece una protección considerable, debe complementarse con otras prácticas saludables de estilo de vida, que incluyen alimentos nutritivos, sueño de calidad y actividad física regular. Al concentrarse en estas estrategias, los individuos pueden ayudar a navegar la temporada de gripe de manera más efectiva.