El presidente de Estados Unidos, Donald Trump, ha aumentado las tensiones con los legisladores demócratas al sugerir que sus recientes acciones constituyen conducta sediciosa, un cargo que, según él, conlleva la pena de muerte. La declaración se produjo después de que los legisladores publicaran un video alentando al personal militar y de inteligencia a rechazar órdenes ilegales de la administración Trump. El video mostraba a los senadores Elissa Slotkin y Mark Kelly, junto con la representante Chrissy Houlahan, todos veteranos militares o ex funcionarios de inteligencia. Destacaron la importancia de mantener su juramento a la Constitución y advirtieron que las amenazas a la Constitución podrían provenir de fuentes internas.
Trump vio el video como un desafío directo a su autoridad y respondió con una serie de publicaciones combativas en Truth Social. Calificó el mensaje de los demócratas de «peligroso», lo calificó de «comportamiento sedicioso de traidores» y sugirió que deberían ser «encarcelados». En una de sus declaraciones, Trump subrayó su creencia de que tal comportamiento merecía un castigo severo, afirmando que es “¡castigable con la MUERTE!”.
Las consecuencias de los comentarios incendiarios de Trump han provocado fuertes reacciones de los legisladores, y el líder de la minoría del Senado, Chuck Schumer, condenó la declaración del presidente como una amenaza abierta a los funcionarios electos. Los legisladores detrás del video emitieron una declaración conjunta subrayando su compromiso con la seguridad nacional y oponiéndose a la intimidación. El representante Houlahan enfatizó la gravedad de los comentarios de Trump, sugiriendo que representan una inquietante escalada de violencia política.
En medio de crecientes preocupaciones por su seguridad, varios demócratas se pusieron en contacto con la policía del Capitolio e informaron de un aumento de las amenazas debido a la retórica de Trump. Por el contrario, la secretaria de prensa de la Casa Blanca, Karoline Leavitt, restó importancia a la situación y dejó claro que Trump no tenía intención de incitar a la violencia contra miembros del Congreso, sino que describió los comentarios de los demócratas como provocativos.
La discusión plantea preguntas complejas sobre las consecuencias legales de la sedición en Estados Unidos. Según 18 USC § 2384, que regula la conspiración sediciosa, la pena máxima para los civiles es una multa y/o prisión de hasta veinte años, no la pena de muerte. Sin embargo, el personal militar enfrenta diferentes estándares legales según el Código Uniforme de Justicia Militar. En escenarios de guerra excepcionales, la incitación puede dar lugar a castigos más severos, incluida la pena de muerte.
Los expertos legales han señalado que el énfasis de los legisladores demócratas en las órdenes legales es consistente con la doctrina militar establecida y no cumple con la definición legal de sedición. Históricamente, no ha habido ejecuciones por sedición en Estados Unidos, lo que sugiere que la combinación de leyes civiles y militares de Trump podría tergiversar el panorama legal que rodea este tema.


