La situación que rodea la instalación de procesamiento de hielo en Broadview, un suburbio de Chicago, se ha intensificado considerablemente después de las recientes protestas y arrestos. A medida que se establecieron las tensiones, los funcionarios de la ciudad toman una posición sólida contra las acciones federales, especialmente después de que los disturbios acaban de estallar fuera de las instalaciones.
A raíz de una confrontación que resultó en el uso de gases lacrimógenos y pimienta por parte de agentes del Departamento de Seguridad Nacional (DHS), la ciudad de Broadview ha experimentado un aumento en la frustración entre sus habitantes y empresas locales. Los disturbios condujeron a varios arrestos, lo que aumentó la preocupación en la comunidad.
Para dificultar las cosas, se estableció una nueva cerca alrededor de las instalaciones, lo que dificulta las críticas de las autoridades locales. La Brigada de Bomberos de Broadview emitió una carta destructiva a la Seguridad Nacional y afirmó que la cerca se construyó sin los permisos necesarios e impide el acceso a una calle pública, lo que impide los servicios de emergencia. La Brigada de Bomberos ha exigido la eliminación inmediata de la obstrucción.
En una rápida refutación, la ciudad del DHS afirma con respecto a la supuesta no reactividad de la policía local. El Departamento de Policía de Broadview aclaró que no recibió solicitudes de ayuda de ICE, por lo que las afirmaciones de DHS se contradicen directamente con el DHS. Además, los oficiales de Broadview expresaron su insatisfacción con el fracaso de la agencia federal para comunicarse sobre el uso de medidas de control de multitudes durante las protestas.
La alcaldesa Katina Thompson ha abordado la situación y reconoció la presencia a largo plazo de la instalación de hielo en el área, que ha estado trabajando durante casi tres décadas. Sin embargo, señaló que la naturaleza de sus actividades cambió drásticamente con el inicio de la «Operación Midway Blitz». Se espera que esta operación continúe durante aproximadamente 45 días y ha posicionado la instalación como la ubicación de procesamiento principal para los prisioneros.
A la luz de los disturbios, el senador Dick Durbin expresó el deseo de reunirse directamente con los funcionarios de ICE para pedir claridad sobre la situación. Hizo hincapié en los constantes intentos de planificar una reunión, donde espera obtener respuestas simples con respecto al manejo de los prisioneros y el número de arrestos establecidos. La oficina de Durbin indicó que finalmente puede ocurrir una reunión, lo que marca un posible avance en la comunicación con ICE.
Las empresas locales, que están vacilando con los disturbios, han expresado su preocupación a los líderes de la ciudad sobre la inestabilidad ubicua en el área. Muchos han informado sentimientos de peligro e incertidumbre, con algunas ramas que son ventanas en respuesta al juego. A pesar de los intentos de abordar estos problemas, los dueños de negocios han dejado reuniones con funcionarios de la ciudad sin resoluciones claras.
A medida que la situación continúa desarrollándose, la comunidad local continúa luchando, luchando con el impacto de las acciones federales de aplicación y los desafíos que forman para la vida diaria en Broadview. Los funcionarios de la ciudad aún tienen que recibir una respuesta del DHS con respecto a la cuestión de la eliminación de la cerca recientemente establecida, como resultado de la cual los residentes y los líderes locales esperan una mayor claridad en el camino.