Las fuerzas israelíes lanzaron dos ataques aéreos en el sur de Gaza el domingo, alegando que Hamás había violado el acuerdo de alto el fuego al atacar a las fuerzas israelíes. Según funcionarios militares israelíes, Hamás llevó a cabo múltiples ataques contra sus fuerzas más allá de la Línea Amarilla, que marca la frontera de las posiciones israelíes.
En declaraciones recogidas por la AFP, un portavoz militar israelí indicó que militantes de Hamás utilizaron tanto fuego de francotiradores como granadas propulsadas por cohetes contra las fuerzas israelíes en una zona bajo control israelí. Estos incidentes fueron calificados de violaciones importantes del alto el fuego.
Testigos y medios locales informaron que estallaron enfrentamientos después de los ataques aéreos en partes de la ciudad sureña de Rafah, que permanece bajo jurisdicción israelí. La tensión actual pone de relieve el frágil estado del alto el fuego en la región, ya que ambas partes parecen estar involucradas en una escalada de hostilidades.
En un acontecimiento separado, las autoridades israelíes facilitaron el regreso de los cuerpos de 15 palestinos a Gaza, y el Ministerio de Salud de Gaza confirmó que esto elevó el total acumulado de cuerpos devueltos a 150. Por el contrario, el sábado por la noche Hamas devolvió los restos de dos rehenes, Ronen Engel, un ciudadano israelí, y el trabajador tailandés Sonthaya Oakkharasri.
La situación sigue siendo volátil y ambas partes están tomando medidas que podrían complicar aún más los esfuerzos por lograr la paz y la estabilidad en la región. Es probable que las consecuencias de estos últimos acontecimientos se sientan no sólo a nivel local, sino también a una escala diplomática más amplia, a medida que los observadores internacionales sigan monitoreando el conflicto en desarrollo.