En una acalorada discusión después de un incendio en la Cámara de un Juez en Carolina del Sur, el Procurador General del Departamento de Derechos Civiles del Ministerio de Justicia, Harmet Dhillon, emitió una estricta advertencia con respecto a las amenazas que están dirigidas contra ella. Dhillon fue a la plataforma de redes sociales X y condenó lo que describió como amenazas de personas que tenían lazos con el gobernador de California, Gavin Newsom. En su publicación, dijo: «No toleraremos tales amenazas de los idiotas de Wakkere, incluidos aquellos que trabajan para @GavinNewsom», y afirmamos que tales amenazas se informarían al Servicio de Marsales de los Estados Unidos.
La controversia fue alimentada por un mensaje de Izzy Gardon, la directora de comunicación de Newsom, quien sugirió una conexión entre Dhillon y el incendio que dañó la casa de la jueza Diane Schafer Goodstein en la corte de Carolina del Sur. El incendio tuvo lugar en circunstancias poco claras, en las que tres personas resultaron heridas. Investigadores de la División de Aplicación de la Ley de Carolina del Sur actualmente están tratando de determinar la causa del incendio.
En medio de las reacciones, Dhillon enfatizó una respuesta específica de una cuenta ahora eliminada, lo que sugirió siniestramente que encontrar su dirección no sería difícil, y dijo: «Te lo haré saber en dos semanas». Tales comentarios han hecho sonar las alarmas de las alarmas, donde Dhillon expresó su preocupación por el hecho de que Gardon y el senador demócrata Chris Murphy, quien retuiteó el mensaje original, en realidad había hecho un objetivo en su espalda.
En una declaración anterior, Dhillon había criticado la decisión de un juez de un tribunal constitucional de declarar las leyes federales de ajuste nulo, con la que confirmó su dedicación a las listas de votantes limpias. Ella repitió estos sentimientos en sus últimos comentarios y enfatizó que la representación de sus acciones de Gardon y Murphy no solo era engañosa sino también potencialmente peligrosa.
En respuesta a esto, Gardon caracterizó las afirmaciones de Dhillon como absurdas y señaló una cultura más amplia de retórica despectiva de los funcionarios de Trump sobre los jueces, que enfatizaban la división de la división en torno al tema. Exigió disculpas de Dhillon por sus declaraciones, describiendo la situación como un reflejo del clima político actual, caracterizado por la hostilidad y las acusaciones.
Este incidente subraya las crecientes tensiones en torno a la autoridad judicial y el discurso político en los Estados Unidos, causando preguntas sobre seguridad y responsabilidad en las funciones públicas. Mientras la investigación sobre el fuego continúa, el intercambio entre Dhillon y sus críticos sigue siendo un punto central en este diálogo continuo.