La Fuerza Aérea de los Estados Unidos ha marcado un hito importante con la llegada de su segundo asaltante B-21 en la Base de la Fuerza Aérea Edwards en California. Este desarrollo mejora las oportunidades de prueba del servicio para su próxima generación de bombarderos de sigilo, lo que hace posibles las fases de evaluación más avanzadas, incluida la integración de armas y la evaluación de los sistemas de misiones críticas.
La adición de un segundo asaltante permite a la Fuerza Aérea acelerar su campaña de prueba de vuelo. Hasta ahora, las pruebas se centraban principalmente en el rendimiento inicial del vuelo. «Con la llegada del segundo B-21 Raider, nuestra campaña de prueba de vuelo obtendrá un impulso considerable», dijo el secretario de la Fuerza Aérea, Troy Meink. Hizo hincapié en que este progreso facilitará las evaluaciones esenciales que refuerzan tanto la disuasión estratégica como la efectividad de combate de la aeronave.
El B-21 Raider, llamado Doolittle Raiders de la Segunda Guerra Mundial, se está desarrollando para reemplazar los viejos bombarderos B-1B Lancer y B-2A Spirit. La Fuerza Aérea propone una potencia de dos bombarderos que consistirá en al menos 100 B-21 junto con 76 Stratoforresses B-52J mejoradas.
El primer B-21 se mostró en una instalación de producción en Palmdale, California, en diciembre de 2022, y luego voló a Edwards en noviembre de 2023. Mientras tanto, Northrop Grumman ha seguido construyendo B-21 adicionales como parte de un proceso de producción inicial de baja calidad.
Tener dos B-21 disponibles en Edwards también ofrece una valiosa experiencia práctica para los mantenimientos, lo cual es crucial para desarrollar estrategias de mantenimiento efectivas. La capacitación incluirá varios aspectos, desde la gestión de reparaciones simultáneas hasta mejorar los procesos logísticos. El general de gabinete de la Fuerza Aérea, el general David Allvin, enfatizó la importancia de esta experiencia en acelerar la integración del B-21 en operaciones regulares, que declaró: «La adición de un segundo B-21 al programa de prueba de vuelo acelera el camino hacia el campo».
Mirando hacia el futuro, la Fuerza Aérea planea comenzar proyectos de construcción significativos en las tres bases designadas para el B-21 por impuesto 2026. Estas bases incluyen la Base de la Fuerza Aérea Ellsworth en Dakota del Sur, la Base de la Fuerza Aérea Whiteman en Missouri y la Base de la Fuerza Aérea Dyess en Texas.
Allvin subrayó la importancia estratégica del programa B-21 Raider en el contexto más amplio de la modernización nuclear y afirmó que las iniciativas simultáneas en las pruebas, la preparación para la sostenibilidad y el desarrollo de la infraestructura reflejan la dedicación para retener las amenazas futuras.