Los astrónomos de Argentina y España han tomado medidas importantes para comprender el enigmático objeto estelar sólido (MYSO) conocido como G29,862-0.0044. Este extenso estudio, dirigido por Sergio Paron de la Universidad de Buenos Aires, fue lanzado recientemente en el servidor de preimpresión ARXIV y reveló nuevos detalles con respecto a la estructura y formación de este cuerpo celestial.
YSO-G29 está aproximadamente a 20,200 años luz de la tierra y se encuentra en el área formadora de estrellas G29.96-0.02. Como un myso, representa una etapa temprana en el ciclo de vida de las estrellas sólidas, una fase que generalmente solo incluye de 10,000 a 100,000 años. Las observaciones durante este período formativo son desafiantes debido a un material pesado que disfraza la visibilidad, en combinación con la corta duración del proceso de formación.
El primer estudio utilizando técnicas casi infrarrojas (NIR) descubrió una morfología inusual que se caracteriza por dos áreas vagas claras separadas por un carril oscuro. Esta configuración sugiere un posible sistema de disco y jets; Sin embargo, el alto grado de asimetría ha alimentado debates con respecto a si este es el resultado de un solo objeto que muestra salidas complejas o si consiste en varios protostars sin resolver.
Para profundizar su comprensión de YSO-G29, el equipo de investigación utilizó el telescopio Gemini-North equipado con el instrumento NIFS para la espectroscopía de infrarrojo cercano, en combinación con observaciones de la matriz muy grande de Jansky (JVLA) para mapear las emisiones de radio-contino. Sus hallazgos fueron reveladores: se detectaron subcontratación molecular a velocidades de alrededor de 101 km/s en pequeñas escalas espaciales.
Además, se identificó una fuente compacta de radio-continuo aproximadamente 0.065 años de luz desde el principal chero milimétrico. Esta fuente podría representar un chorro ionizado o una región compacta HII, probablemente formada por una joven protostar masiva. Las observaciones sugieren conjuntamente la presencia de un ProtoStar profundamente incrustado, que aún no se ha observado, probablemente oculto en el núcleo molecular denso de YSO-G29.
Un análisis posterior ha llevado a los investigadores a proponer que YSO-G29 podría ser un sistema binario. Esta hipótesis establece que consta de dos entidades estelares: una protostar no ionizante o una estrella más tarde que el tipo B3 y una estrella de tipo B1, que puede generar una región HII ultracompact. Tal sistema doble puede proporcionar información sobre las características de observación bastante conflictivas.
Uno de los componentes binarios puede ser responsable de crear una cavidad en el medio interestelar circundante debido a su actividad de chorro y viento. Esta formación podría haber sido influenciada de manera aguda por la subcontratación molecular generada por la estrella acompañante.
Las implicaciones de esta teoría del sistema binario también aclaran las características enigmáticas en forma de cono en las imágenes NIR. Estas estructuras pueden ser el resultado de los efectos de limpieza causados por chorros o vientos estelares de una estrella; Al mismo tiempo, los flujos opuestos del componente secundario pueden haber causado la interrupción de la pista oscura.
Las interacciones dentro de los sistemas estelares binarios, en particular durante sus fases de formación, pueden influir profundamente en sus entornos circundantes, lo que lleva a morfologías asimétricas y complejas. Si se confirmara la naturaleza binaria de YSO-G29, esto subrayaría el papel importante en el desarrollo temprano de las estrellas masivas, un tema que sigue siendo de gran importancia e investigación.
Otras observaciones, en particular, aquellas con resoluciones más altas y varias longitudes de onda, serán cruciales para validar la hipótesis binaria y desentrañar los procesos complicados que caracterizan la vivera estelar de G29.96-0.02.