Se espera que el impacto de los cambios en el ozono en el calentamiento global sea más importante de lo estimado, según un nuevo estudio dirigido por la Universidad de Reading. Aunque la comunidad internacional ha tomado medidas para prohibir sustancias de descomposición de ozono como clorofluorocarbonos (CFC) y hidrofluorocarbonos (HCFC), se espera que esta recuperación de la capa de ozono contribuya accidentalmente al aumento del calentamiento.
Los investigadores descubrieron que entre 2015 y 2050 se esperaba que el efecto global de Ozon causara una energía adicional de 0.27 vatios por metro cuadrado (WM⁻²) en la atmósfera de la Tierra. Esta figura posiciona a Ozon como la segunda contribución más grande al calentamiento futuro, después del dióxido de carbono, que se espera que haga un calentamiento adicional de 1.75 WM⁻².
El profesor Bill Collins, el principal autor del estudio, notó la paradoja de la situación actual. «Los países hacen lo correcto al continuar prohibiendo productos químicos como CFC y HCFC que dañan la capa de ozono sobre la Tierra. Aunque esto ayuda a restaurar la capa de ozono protectora, hemos descubierto que esta recuperación en Ozon calentará el planeta más de lo que originalmente pensamos». Además, explicó que la contaminación del aire a través de vehículos, fábricas y centrales de energía contribuye a la formación de ozono más cerca del suelo, lo que lleva a complicaciones de salud y calentamiento extra.
La investigación, publicada en la revista Química y Física Atmosférica, utilizó modelos de computadora para simular cambios atmosféricos que se esperan a mediados de siglo. Las simulaciones funcionaron en un escenario con medidas limitadas para el control de la contaminación del aire, al tiempo que se adhieren a los mandatos del protocolo de Montreal para fases de CFC y HCFC.
Los resultados indican que los beneficios climáticos esperados de detener la producción de CFC y HCFC son menos pronunciados de lo que se creía anteriormente. Aunque estas sustancias son potentes gases de efecto invernadero, su prohibición dirigida a la protección del ozono puede conducir a un efecto de calentamiento neto si la capa de ozono se cura. Los países que reducen con éxito la contaminación del aire a nivel del suelo pueden ayudar a reducir la formación de ozono, pero la recuperación natural de la capa de ozono continuará en las próximas décadas, lo que conducirá a un calentamiento inevitable.
Proteger la capa de ozono sigue siendo una prioridad para proteger la salud humana y reducir el riesgo de cáncer de piel, ya que juega un papel crucial en la protección de la tierra contra la radiación ultravioleta dañina. Sin embargo, este estudio enfatiza la necesidad de una reevaluación de la política climática para incluir las implicaciones más amplias de los efectos del calentamiento global en un entorno cambiante.