En la última década, los astrónomos han observado tres objetos interestelares (ISO) que cruzan el sistema solar, lo que despierta un interés considerable en su origen y dinámica. Estos objetos incluyen el misterioso ‘Oumuamua identificado en 2017, el Cometa Interestelar 2i/Borisov visto en 2019 y el 3i/Atlas recientemente listado, que se espera que alcance su punto más cercano al Sol en julio de 2025. -Aas -aas -aas -aas -aas -aas -aas -aas -aas -aas -aas -aass -aass -aass -aass -aass -aas -aas -aas -aas -aas -as -as -as -as -as -as -as -as -as -as -as -as -as -as -as -as -as.
La detección de estos ISO, un fenómeno que durante mucho tiempo ha sido teóricamente pero previamente invisible, tiene implicaciones profundas para comprender no solo el sistema solar, sino también para las condiciones en otras galaxias. Los ISO sirven como muestras tangibles de material de sistemas planetarios distantes y ofrecen ideas que de otro modo requerirían misiones interestelares complejas. Los investigadores Shokhruz Kakharov y el profesor Abraham Loeb de la Universidad de Harvard publicaron recientemente hallazgos que describen los procesos de estos visitantes interestelares. Su análisis muestra que cada ISO proviene de diferentes regiones dentro de la Vía Láctea y una serie de edades de mil millones a unos pocos mil millones de años.
La investigación de Kakharov se centra en los objetos interestelares, las trayectorias de la nave espacial como la viajera y la exploración de la materia oscura extragaláctica, mientras que Loeb es una figura prominente en astrofísica, que sirve como director del Instituto de Teoría y Cálculo de Harvard & Smithsonian para Astrofísica. Su asociación, actualmente bajo revisión por pares para su publicación en astronomía y astrofísica, describe la información recién descubierta sobre el origen y las características de estos objetos interestelares.
El primer descubrimiento de ‘Oumuamua marcó un punto de inflexión en los estudios astronómicos, porque confirmó la existencia de ISO y le faltaba más investigaciones sobre su significado. Kakharov señala que no había evidencia directa de objetos de otros sistemas estelares que se infiltran en nuestro sistema solar antes de ‘Oumuamua. Cada ISO ofrece una oportunidad única para comprender la composición química y las propiedades físicas de los materiales de los cuerpos exoplanetarios. También actúan como sondas naturales que revelan la dinámica del medio interestelar y los procesos galácticos en horarios extensos.
Dado que los asteroides y los cometas son los restos de la formación del sistema planetario, el estudio de ISOS ofrece una ventana en los procesos de formación de sistemas de estrellas distantes sin la necesidad de costosas misiones interestelares. Aunque conceptos como StarShot de la iniciativa de avance y el Proyecto de Centauri del Instituto de Estudios Interestelares (I4IS) promete alcanzar en el vecindario, estas misiones durarían durante décadas e implicarían considerables inversiones financieras. ISO, por otro lado, pasan regularmente nuestro sistema solar y, por lo tanto, ofrece opciones de investigación inmediatas.
Kakharov enfatiza que comprender el origen de los ISO profundizará nuestra comprensión de sus propiedades físicas y químicas. Por ejemplo, saber que 3i/atlas probablemente provienen de una vieja población estelar, sugiere que ha experimentado varias dinámicas evolutivas en comparación con los objetos más jóvenes. Rastreando el origen de las herramientas ISOS para identificar sus áreas de origen inicial y los mecanismos detrás de su expulsión de los sistemas planetarios, ya sea a través de la propagación de la gravedad o los procesos evolutivos estelares.
Los investigadores utilizaron simulaciones de Monte Carlo con el modelo de potencial galáctico para estimar las trayectorias de los tres ISO. Al generar 10,000 trayectorias diferentes para cada objeto e integrarlas dentro del potencial de gravedad de la Vía Láctea durante mil millones de años, dieron estimaciones sólidas de los parámetros orbitales de los ISO, que son incertidumbres inherentes aprobadas.
Los hallazgos indican que 3i/atlas es el ISO más antiguo que se ha estudiado, de unos 4.600 millones de años, desde la parte más gruesa del disco Melkweg. 1i/’Oumuamua, por otro lado, tiene unos mil millones de años, con originalmente de vuelta al disco más delgado donde la formación de estrellas está activa. Mientras tanto, 2i/Borisov tiene aproximadamente 1.700 millones de años y también del disco delgado. La diversidad de estos viajeros celestiales sugiere que varios sistemas planetarios han contribuido a la población de ISO en la historia de la galaxia.
Mirando hacia el futuro que el progreso en la tecnología de observación mejorará significativamente la detección de ISO. Se espera que la próxima encuesta de Space and Time (LSST) del Observatorio Vera C. Rubin (LSST) se descubra docenas de nuevos objetos interestelares cada año. Además, misiones como el Interceptor Comet del análisis de la Agencia Espacial Europea en la situación de las ISO pueden facilitar. Dichos desarrollos permitirán estudios estadísticos sobre poblaciones ISO, arrojarán luz sobre su frecuencia, distribución y diversidad de sus orígenes en varios entornos estelares.