El presidente de Finlandia, Alexander Stubb, ha aprobado formalmente la retirada de la nación de la Convención de Ottawa, un tratado que prohíbe las líneas antipersonas. Esta decisión sigue una votación por parte de los legisladores finlandeses en junio, que refleja preocupación por una situación de seguridad deteriorada en la región, en particular con respecto a Rusia.
En una declaración con el anuncio, Stubb señaló que, aunque Finlandia no obtiene una amenaza militar inmediata, el paisaje geopolítico en desarrollo requiere un fortalecimiento de las capacidades de defensa del país. Hizo hincapié en el extenso límite entre 1.340 kilómetros de Finlandia con Rusia de 1.340 kilómetros (830 millas) y señaló que el país no es firmante del acuerdo de Ottawa. Stubb mencionó desarrollos continuos en las acciones militares rusas como un factor importante que informó la decisión de Finlandia.
La retirada de la Convención entrará en vigencia durante seis meses después de que Finlandia informará oficialmente a las Naciones Unidas. La Convención de Ottawa repara que los firmantes recuerdan el uso, almacenan, producen o transfieren líneas rápidas antipersonas y requieren la destrucción de las existencias restantes. Estas minas a menudo están ocultas en el terreno y pueden mucho después de que los conflictos causen lesiones graves a los ciudadanos.
Reconociendo que se puede cumplir esta decisión, Stubb confirmó la dedicación de Finlandia al uso responsable de líneas rápidas antipersonas y aseguró que no se desplegarían durante el tiempo de paz.
Finlandia no solo está en esta actitud, porque los países vecinos (Estonia, Lituania, Letonia y Polonia) también consideran concluir el tratado. En respuesta a estos desarrollos, el secretario general de la ONU, Antonio Guterres, ha instado a los países a poner cualquier acción en la retirada. Planea lanzar una campaña global destinada a fortalecer los principios del desarme humanitario y promover iniciativas destinadas a lograr un mundo libre de minas, que enfatiza el papel esencial de la acción minera para apoyar los derechos humanos y el desarrollo sostenible.