Un estudio reciente de la Universidad de Griffith ha identificado importantes factores psicológicos y sociales que alientan a las personas a reducir su consumo de plásticos para el uso de un solo tiempo (SUP) voluntariamente. Esta investigación arroja luz sobre las motivaciones que los individuos provocan prácticas más sostenibles, en medio de una creciente preocupación por la crisis mundial de residuos que se alimenta por el uso excesivo de Supts, como contenedores de plástico, cubiertos y pajitas.
Los resultados muestran que las personas que tienen una identificación sólida con la protección del medio ambiente, que reciben un refuerzo positivo de sus círculos sociales, y esos objetivos de reducción específicos están considerablemente más inclinados a realizar un comportamiento que minimiza el uso de SUP. La coautora y directora de marketing social en Griffith, profesora Sharyn Rundle-Thiele, señaló que aunque se evitan los esfuerzos legislativos como las prohibiciones y los gravámenes, el potencial de cambio de comportamiento voluntario sigue en gran medida subutilizado.
«Nuestra investigación indica que aunque muchas personas expresan la voluntad de participar en el consumo ecológico, existe un desacoplamiento entre intención y acción», explicó el profesor Rundle-Thiele. «La motivación por sí sola es insuficiente; las personas también deben tener el conocimiento, las habilidades y las oportunidades necesarias para materializar sus buenas intenciones».
El estudio enfatiza que la capacidad de la conciencia de alternativas viables, la capacidad de planificar con anticipación y comprende la formación de hábitos sostenibles. Mientras tanto, las oportunidades dependen de la disponibilidad de alternativas y la influencia del apoyo a los estándares sociales, como el estímulo de los compañeros y el acceso a entornos favorables.
Con la ayuda del modelo de comportamiento COM-B (capacidad, oportunidades, motivación-comportamiento), el estudio analizó las diversas barreras y facilitadores que influyen en las decisiones individuales para reducir el consumo de SUP. Es notable que el modelo fuera bueno para el 70% de los factores motivadores relacionados con el comportamiento de reducción de SUP, lo que subraya la complejidad de la conducción en el cambio.
Según el estudio, las intervenciones efectivas destinadas a reducir el consumo de SUP deben trascender las estrategias de educación y política tradicionales. También deben considerar mejorar las posibilidades y oportunidades de ambas personas. «Esta investigación proporciona una base valiosa para crear intervenciones específicas que conectan las actitudes ambientales con el comportamiento real», dijo el profesor Rundle-Thiele, y agregó que por los factores psicológicos y ambientales que forman acciones de los consumidores, partes interesadas, partes interesadas, más hábelas duraderas.
El estudio, titulado «Reducción voluntaria del consumo de plástico para un uso de un solo uso: posibilidades, oportunidades y motivación», se publicó en la revista Sostenible Futures y fue parte de un esfuerzo de cooperación con investigadores de la Universidad Politécnica de Hong Kong, Universidad de Berlín o Berlín. Esta investigación marca un paso importante para profundizar la comprensión del comportamiento humano dentro de los contextos ambientales.